12/01/2019, 18:12
Money soltó una carcajada larga y aguda.
—Y, pues, ¿en esta época? Lo que más money da, papi, es la máquina de hacel money —rio de nuevo a carcajada limpia—. Tuve un momento de divinida', ¿sabe usted? ¿Cómo había estado tan ciego hasta entonces? Y, pues, yo pensé que la dloga y que las putas era lo que más daba. ¿Pero en la era del billete? Oh, papi, hay que dejalse de intelmediaros e ilse a la fuente. A la casa de papel, papi. ¿Imagínese cuanto money podlíamos…?
Muñeca, que ahora se entretenía jugando con el vaso, derramó su zumo de frutas sobre una gran pila de papeles.
—¡Muñeca! —exclamó, levantándose encolerizado. Se lo pensó mejor y apagó su mal genio tan rápido como darle a un interruptor—. Muñeca —dijo, ahora con voz más amable—, ¿qué te palece jugal a una partida al billal? ¿Lo has jugado alguna vez?
Muñeca negó con la cabeza.
—Y, pues, ¿cómo no? ¡Si es diveltidísimo! Aunque, cielto, es un juego pala mayores.
—¡Yo soy mayor! —protestó ella, indignada. A Money casi se le escapa una sonrisa triunfal.
—Ah, pues, en ese caso, ¿pol qué no va usted a plobal-lo? Estoy convencido que mis dos brothers de abajo estarán gustosos de enseñal-la
Muñeca sonrió con alegría, emocionada por al fin escaparse de aquella sosa conversación sobre billetes que no le interesaba a nadie, y salió dando saltitos del despacho. Money suspiró.
—Qué paciencia —dijo, poniendo los ojos en blanco—. Y, pues, ¿pol dónde íbamos?
—Y, pues, ¿en esta época? Lo que más money da, papi, es la máquina de hacel money —rio de nuevo a carcajada limpia—. Tuve un momento de divinida', ¿sabe usted? ¿Cómo había estado tan ciego hasta entonces? Y, pues, yo pensé que la dloga y que las putas era lo que más daba. ¿Pero en la era del billete? Oh, papi, hay que dejalse de intelmediaros e ilse a la fuente. A la casa de papel, papi. ¿Imagínese cuanto money podlíamos…?
Muñeca, que ahora se entretenía jugando con el vaso, derramó su zumo de frutas sobre una gran pila de papeles.
—¡Muñeca! —exclamó, levantándose encolerizado. Se lo pensó mejor y apagó su mal genio tan rápido como darle a un interruptor—. Muñeca —dijo, ahora con voz más amable—, ¿qué te palece jugal a una partida al billal? ¿Lo has jugado alguna vez?
Muñeca negó con la cabeza.
—Y, pues, ¿cómo no? ¡Si es diveltidísimo! Aunque, cielto, es un juego pala mayores.
—¡Yo soy mayor! —protestó ella, indignada. A Money casi se le escapa una sonrisa triunfal.
—Ah, pues, en ese caso, ¿pol qué no va usted a plobal-lo? Estoy convencido que mis dos brothers de abajo estarán gustosos de enseñal-la
Muñeca sonrió con alegría, emocionada por al fin escaparse de aquella sosa conversación sobre billetes que no le interesaba a nadie, y salió dando saltitos del despacho. Money suspiró.
—Qué paciencia —dijo, poniendo los ojos en blanco—. Y, pues, ¿pol dónde íbamos?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado