19/01/2019, 19:41
Minutos más tarde, el Uchiha estrelló los nudillos contra la corteza de un árbol. El tronco sufrió una sacudida, temblando de arriba abajo. El tronco de Datsue, claro, no el del árbol. El árbol permaneció tan intacto como tras recibir una brisa matinal.
Abrió y cerró la mano, ensangrentada y dolorida, y aun necesitó dar un segundo golpe, esta vez con el antebrazo, para descargar su frustración. Cómo odiaba a Umikiba Kaido. Su apatía. Su sonrisa indiferente. Sus excusas tontas y contradictorias. Y, por encima de todo…
… la única verdad que le había soltado. Porque sí, lo sabía. El mayor error de Keisuke había sido confiar en él. Si Datsue no le hubiese delatado, si no se hubiese precipitado por su obsesión de recuperar a Aiko… Quizá, a aquellas horas, todavía seguiría con vida.
—Perdóname, Keisuke —dijo, abatido, mirando al cielo—. Perdóname…
Ni siquiera ahora podía vengar su muerte. Darle a su verdugo lo que merecía. Pero hacerlo en aquellos momentos sería defraudar, por enésima vez, a Hanabi. A su propio Hermano. Al mismísimo Keisuke, que había dado su vida por salvar a Aiko. No podía tirar a la basura la única esperanza que le había regalado Hanabi por desquitarse con un amejin.
Datsue retomó la marcha, todavía poco familiarizado y receloso del camino que había escogido.
El camino de Hanabi.
El camino de su Hermano.
El camino de la paz.
Solo el tiempo diría si al final de este obtendría su recompensa, y si sería capaz de mantenerse alejado de los tentadores desvíos que se abrirían ante él. Por el momento... seguiría hacia adelante.
Abrió y cerró la mano, ensangrentada y dolorida, y aun necesitó dar un segundo golpe, esta vez con el antebrazo, para descargar su frustración. Cómo odiaba a Umikiba Kaido. Su apatía. Su sonrisa indiferente. Sus excusas tontas y contradictorias. Y, por encima de todo…
… la única verdad que le había soltado. Porque sí, lo sabía. El mayor error de Keisuke había sido confiar en él. Si Datsue no le hubiese delatado, si no se hubiese precipitado por su obsesión de recuperar a Aiko… Quizá, a aquellas horas, todavía seguiría con vida.
—Perdóname, Keisuke —dijo, abatido, mirando al cielo—. Perdóname…
Ni siquiera ahora podía vengar su muerte. Darle a su verdugo lo que merecía. Pero hacerlo en aquellos momentos sería defraudar, por enésima vez, a Hanabi. A su propio Hermano. Al mismísimo Keisuke, que había dado su vida por salvar a Aiko. No podía tirar a la basura la única esperanza que le había regalado Hanabi por desquitarse con un amejin.
Datsue retomó la marcha, todavía poco familiarizado y receloso del camino que había escogido.
El camino de Hanabi.
El camino de su Hermano.
El camino de la paz.
Solo el tiempo diría si al final de este obtendría su recompensa, y si sería capaz de mantenerse alejado de los tentadores desvíos que se abrirían ante él. Por el momento... seguiría hacia adelante.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado