20/01/2019, 02:27
(Última modificación: 20/01/2019, 02:41 por Amekoro Yui. Editado 2 veces en total.)
Oh, no podía ser cierto. Oh, qué maravilloso, qué delicia. No se lo podía creer. ¡No se lo podía creer!
—¡¡JAAAAAAAAAAA JAAAAAA JAAA!! —Yui se inclinó hacia adelante, apoyando la enteridad de uno de sus antebrazos en la mesa y sonriendo ampliamente. Shanise había vuelto a apoyarle la mano en el hombro, pero el hombro de Yui se había movido con demasiada fuerza. Esta vez, el ego de la líder de Amegakure pasó por encima como una apisonadora—. Venga, me tienes que estar jodiendo. ¿Estás poniendo como exigencia en una negociación... la liberación del caprichito de Uchiha Datsue?
—Yui-sama...
—¡CALLATE! Hanabi, de verdad, de verdad, todavía no me creo que TODO este problema tenga que ver con Watasashi Aiko. Ese Datsue es incorregible. ¡Ah! ¿Tanto te has encaprichado tú con el muchacho? ¿Te ha contado él acaso todo lo que ha hecho hasta ahora para intentar llegar a ella?
»Un genin de mi aldea fue el que le contó a tu shinobi cuál había sido su destino. Eso le llevó a confabular a escondidas, a intentar ganarse el trato de otros de mis ninjas. ¡De Amedama Daruu! ¿Te ha contado todo eso? Dios, es que no me lo creo. Y el tío sigue y sigue intentándolo. Es que, qué huevos tiene. —Yui se recostó, juguetona apoyando la mejilla en una de sus manos, y el codo en la mesa—. Lástima que lo tirase todo por la borda en el torneo, ¿eh? Perdió todas las posibilidades de que Daruu le ayudase por su cruzada contra Ayame. El amor, mueve montañas. Y nos li-mi-ta.
Shanise tosió y se revolvió, incómoda.
—Yui, responda a la petición.
—Ay, Hanabi. Ay. ¿De verdad crees que después de todo lo que ha hecho Datsue —y dejaré de lado a propósito todo lo ocurrido durante el examen porque sé que estamos en desacuerdo—... Después de que se burlara de mí de aquella manera... ¿Crees que tengo muchas ganas de hacerle ningún favor? ¿De verdad lo crees? ¿¡DE VERDAD!?
—¡¡JAAAAAAAAAAA JAAAAAA JAAA!! —Yui se inclinó hacia adelante, apoyando la enteridad de uno de sus antebrazos en la mesa y sonriendo ampliamente. Shanise había vuelto a apoyarle la mano en el hombro, pero el hombro de Yui se había movido con demasiada fuerza. Esta vez, el ego de la líder de Amegakure pasó por encima como una apisonadora—. Venga, me tienes que estar jodiendo. ¿Estás poniendo como exigencia en una negociación... la liberación del caprichito de Uchiha Datsue?
—Yui-sama...
—¡CALLATE! Hanabi, de verdad, de verdad, todavía no me creo que TODO este problema tenga que ver con Watasashi Aiko. Ese Datsue es incorregible. ¡Ah! ¿Tanto te has encaprichado tú con el muchacho? ¿Te ha contado él acaso todo lo que ha hecho hasta ahora para intentar llegar a ella?
»Un genin de mi aldea fue el que le contó a tu shinobi cuál había sido su destino. Eso le llevó a confabular a escondidas, a intentar ganarse el trato de otros de mis ninjas. ¡De Amedama Daruu! ¿Te ha contado todo eso? Dios, es que no me lo creo. Y el tío sigue y sigue intentándolo. Es que, qué huevos tiene. —Yui se recostó, juguetona apoyando la mejilla en una de sus manos, y el codo en la mesa—. Lástima que lo tirase todo por la borda en el torneo, ¿eh? Perdió todas las posibilidades de que Daruu le ayudase por su cruzada contra Ayame. El amor, mueve montañas. Y nos li-mi-ta.
Shanise tosió y se revolvió, incómoda.
—Yui, responda a la petición.
—Ay, Hanabi. Ay. ¿De verdad crees que después de todo lo que ha hecho Datsue —y dejaré de lado a propósito todo lo ocurrido durante el examen porque sé que estamos en desacuerdo—... Después de que se burlara de mí de aquella manera... ¿Crees que tengo muchas ganas de hacerle ningún favor? ¿De verdad lo crees? ¿¡DE VERDAD!?