20/01/2019, 02:39
Watasashi Aiko. La kunoichi de Amegakure. Esa era la atrevida exigencia de Sarutobi Hanabi. Una kunoichi inmortal para sus filas.
Kenzou no pudo evitarlo, estiró la espalda hacia atrás todo lo que aquel banco de piedra le permitía y emitió un débil silbido. Entonces miró a Yui por el rabillo del ojo. Creía conocerla lo suficiente como para asegurar que se negaría a una petición tan osada. Creía conocerla lo suficiente como para saber que...
—¡¡JAAAAAAAAAAA JAAAAAA JAAA!!
Efectivamente, las carcajadas de Amekoro Yui reverberaron por todas y cadas una de las paredes del templo. Yui intentó contener la súbita explosión de su líder, pero en esta ocasión nada pudo hacer por frenarla. Y no era para menos, pensó Kenzou. La situación para revertir el sello de la jinchuuriki era desesperada, ¿pero tanto como para ceder algo tan peligroso como una kunoichi inmortal?
—Venga, me tienes que estar jodiendo. ¿Estás poniendo como exigencia en una negociación... la liberación del caprichito de Uchiha Datsue?
—Yui-sama...
—Oh... esto se pone interesante —dijo Kenzou en voz muy baja, dando un nuevo sorbo a su taza de té.
—¡CALLATE! Hanabi, de verdad, de verdad, todavía no me creo que TODO este problema tenga que ver con Watasashi Aiko. Ese Datsue es incorregible. ¡Ah! ¿Tanto te has encaprichado tú con el muchacho? ¿Te ha contado él acaso todo lo que ha hecho hasta ahora para intentar llegar a ella?
»Un genin de mi aldea fue el que le contó a tu shinobi cuál había sido su destino. Eso le llevó a confabular a escondidas, a intentar ganarse el trato de otros de mis ninjas. ¡De Amedama Daruu! ¿Te ha contado todo eso? Dios, es que no me lo creo. Y el tío sigue y sigue intentándolo. Es que, qué huevos tiene. Lástima que lo tirase todo por la borda en el torneo, ¿eh? Perdió todas las posibilidades de que Daruu le ayudase por su cruzada contra Ayame. El amor, mueve montañas. Y nos li-mi-ta.
Junto a ella, Shanise tosió y se removió incómoda.
—Yui, responda a la petición.
—Ay, Hanabi. Ay. ¿De verdad crees que después de todo lo que ha hecho Datsue —y dejaré de lado a propósito todo lo ocurrido durante el examen porque sé que estamos en desacuerdo—... Después de que se burlara de mí de aquella manera... ¿Crees que tengo muchas ganas de hacerle ningún favor? ¿De verdad lo crees? ¿¡DE VERDAD!?
Kenzou se volvió interesado hacia el joven líder. ¿Con qué les sorprendería en aquella ocasión?
Kenzou no pudo evitarlo, estiró la espalda hacia atrás todo lo que aquel banco de piedra le permitía y emitió un débil silbido. Entonces miró a Yui por el rabillo del ojo. Creía conocerla lo suficiente como para asegurar que se negaría a una petición tan osada. Creía conocerla lo suficiente como para saber que...
—¡¡JAAAAAAAAAAA JAAAAAA JAAA!!
Efectivamente, las carcajadas de Amekoro Yui reverberaron por todas y cadas una de las paredes del templo. Yui intentó contener la súbita explosión de su líder, pero en esta ocasión nada pudo hacer por frenarla. Y no era para menos, pensó Kenzou. La situación para revertir el sello de la jinchuuriki era desesperada, ¿pero tanto como para ceder algo tan peligroso como una kunoichi inmortal?
—Venga, me tienes que estar jodiendo. ¿Estás poniendo como exigencia en una negociación... la liberación del caprichito de Uchiha Datsue?
—Yui-sama...
—Oh... esto se pone interesante —dijo Kenzou en voz muy baja, dando un nuevo sorbo a su taza de té.
—¡CALLATE! Hanabi, de verdad, de verdad, todavía no me creo que TODO este problema tenga que ver con Watasashi Aiko. Ese Datsue es incorregible. ¡Ah! ¿Tanto te has encaprichado tú con el muchacho? ¿Te ha contado él acaso todo lo que ha hecho hasta ahora para intentar llegar a ella?
»Un genin de mi aldea fue el que le contó a tu shinobi cuál había sido su destino. Eso le llevó a confabular a escondidas, a intentar ganarse el trato de otros de mis ninjas. ¡De Amedama Daruu! ¿Te ha contado todo eso? Dios, es que no me lo creo. Y el tío sigue y sigue intentándolo. Es que, qué huevos tiene. Lástima que lo tirase todo por la borda en el torneo, ¿eh? Perdió todas las posibilidades de que Daruu le ayudase por su cruzada contra Ayame. El amor, mueve montañas. Y nos li-mi-ta.
Junto a ella, Shanise tosió y se removió incómoda.
—Yui, responda a la petición.
—Ay, Hanabi. Ay. ¿De verdad crees que después de todo lo que ha hecho Datsue —y dejaré de lado a propósito todo lo ocurrido durante el examen porque sé que estamos en desacuerdo—... Después de que se burlara de mí de aquella manera... ¿Crees que tengo muchas ganas de hacerle ningún favor? ¿De verdad lo crees? ¿¡DE VERDAD!?
Kenzou se volvió interesado hacia el joven líder. ¿Con qué les sorprendería en aquella ocasión?