22/01/2019, 22:33
Ante las peticiones del hombre, Eri no pudo evitar sentirse ligeramente culpable por lo que acababa de hacer, así que se acercó al cuerpo y volvió a sellarlo dentro de su guante, no muy convencida.
— Esta noche prepararemos todo y mañana por la mañana le daremos el respeto que merecen los muertos. Después os daré el mapa para que vayais a buscar a esos bandidos mal paridos. Ya... no me corre tanta prisa.
Aunque Eri quiso discrepar, pues un arma así era bastante mortífera; primero miró a Nabi para saber si se oponía o no a aquello.
—Discúlpeme, señor, pero creo que deberíamos ir a buscar a los bandidos antes de que puedan usar el arma por más tiempo, es sumamente peligrosa —inquirió ella, por el bien de todos—. Dejaré el guante aquí y si quieren vayan preparándolo todo y así mañana nos despedimos de él como se merece... Con el arma en buenas manos.
— Esta noche prepararemos todo y mañana por la mañana le daremos el respeto que merecen los muertos. Después os daré el mapa para que vayais a buscar a esos bandidos mal paridos. Ya... no me corre tanta prisa.
Aunque Eri quiso discrepar, pues un arma así era bastante mortífera; primero miró a Nabi para saber si se oponía o no a aquello.
—Discúlpeme, señor, pero creo que deberíamos ir a buscar a los bandidos antes de que puedan usar el arma por más tiempo, es sumamente peligrosa —inquirió ella, por el bien de todos—. Dejaré el guante aquí y si quieren vayan preparándolo todo y así mañana nos despedimos de él como se merece... Con el arma en buenas manos.