26/01/2019, 18:59
Ah, cuando los juramentos de paz se convertían en algo más que palabras en el aire, la cosa se tensaba. Hanabi lo había esperado, claro. Jamás había sido muy optimista respecto a su fuuinjutsu. Pero era su deber intentarlo.
No le pasó desapercibido que Shanise dejó de tutearle.
—Siendo justos, Shanise-dono, lo mismo podría decir yo de su ofrecimiento del Fuuinjutsu anti-infiltraciones —dijo, respecto al comentario de que ellos podían tener la llave para romper dicho juramento. Exactamente lo mismo se podía decir del suyo. Un ofrecimiento que, además, venía en parte para que se olvidase del pequeño detalle de que Daruu podía teletransportarse en su Villa cuando quisiese. ¿Quién le decía a él que no tenían una forma de evadirlo, también?—. No, yo no lo veo como usted lo ve, Kenzou-dono. Para mí, no es poner el filo de un kunai a nadie. Es una declaración de intenciones. Un mensaje: de que estarán dispuestos a hacer lo que sea, para proteger la Alianza. Y estoy seguro de que los shinobis elegidos, ya preferirían morir antes que traicionar esta visión.
»Shanise-dono, usted propuso un grupo que sirviese a la Alianza, y no a las Villas. Pero si esto depende de las circunstancias de cada uno, ¿qué valor tiene en realidad? No, estaríamos hablando de un grupo temporal formado para investigar a Kurama y sus Generales. Que, ojo, me gusta la idea. Pero nada más que eso. Y no, desde luego, unos Protectores de la Alianza. —¿De qué servirían, si el Zoku de turno se alzase en el poder de una Villa y llamase a dichos ninjas de vuelta a casa? Si se les cortaba el poder ya desde el principio para reaccionar a semejantes situaciones, a las mayores amenazas que la Alianza y la paz podían tener, entonces es que el grupo era una farsa desde su nacimiento.
Y para crear una farsa, mejor no crear nada.
No le pasó desapercibido que Shanise dejó de tutearle.
—Siendo justos, Shanise-dono, lo mismo podría decir yo de su ofrecimiento del Fuuinjutsu anti-infiltraciones —dijo, respecto al comentario de que ellos podían tener la llave para romper dicho juramento. Exactamente lo mismo se podía decir del suyo. Un ofrecimiento que, además, venía en parte para que se olvidase del pequeño detalle de que Daruu podía teletransportarse en su Villa cuando quisiese. ¿Quién le decía a él que no tenían una forma de evadirlo, también?—. No, yo no lo veo como usted lo ve, Kenzou-dono. Para mí, no es poner el filo de un kunai a nadie. Es una declaración de intenciones. Un mensaje: de que estarán dispuestos a hacer lo que sea, para proteger la Alianza. Y estoy seguro de que los shinobis elegidos, ya preferirían morir antes que traicionar esta visión.
»Shanise-dono, usted propuso un grupo que sirviese a la Alianza, y no a las Villas. Pero si esto depende de las circunstancias de cada uno, ¿qué valor tiene en realidad? No, estaríamos hablando de un grupo temporal formado para investigar a Kurama y sus Generales. Que, ojo, me gusta la idea. Pero nada más que eso. Y no, desde luego, unos Protectores de la Alianza. —¿De qué servirían, si el Zoku de turno se alzase en el poder de una Villa y llamase a dichos ninjas de vuelta a casa? Si se les cortaba el poder ya desde el principio para reaccionar a semejantes situaciones, a las mayores amenazas que la Alianza y la paz podían tener, entonces es que el grupo era una farsa desde su nacimiento.
Y para crear una farsa, mejor no crear nada.