27/01/2019, 19:30
En algún río, de alguna zona del inmenso Bosque de la Hoja, una pequeña barcaza desembocaba en un último desvió en su caudal. Llevaba consigo a una niña, pequeña y a un muchacho, muy azul. Ambos intercambiaron un par de disyuntivas, hasta que abandonaron la seguridad de los rápidos del río y atracaron en una orilla.
Por enésima ocasión en al menos una hora, Muñeca tenía que hacer pis.
—¡Joder! anda, coño, anda. Pero no te tardes, mujer.
De pronto, Kaido se encontró sólo. Torció la vista hasta el río y vio que aún le quedaban un par de kilómetros para alcanzar la última desembocadura. ¿Dos horas a remo firme, tal vez? sí, probablemente.
Lo cierto es que se había ahorrado al menos medio día de viaje transitando los ríos en vez de ir a pie.
Pero el destino era caprichoso, a veces. En ocasiones no le gustaba que le cambiasen los planes si se tomaban atajos. Por eso siempre se guardaba una sorpresa bajo la manga. En esa ocasión, la carta del destino tenía nombre. Un apellido reconocido. Un color de cabello imposible de ignorar. Y una reputación merecidamente ganada, desde luego; tras sus actos heroicos durante aquel fatídico examen de ascenso a Chunin.
Ella era...
... Uzumaki Eri.
Por enésima ocasión en al menos una hora, Muñeca tenía que hacer pis.
—¡Joder! anda, coño, anda. Pero no te tardes, mujer.
De pronto, Kaido se encontró sólo. Torció la vista hasta el río y vio que aún le quedaban un par de kilómetros para alcanzar la última desembocadura. ¿Dos horas a remo firme, tal vez? sí, probablemente.
Lo cierto es que se había ahorrado al menos medio día de viaje transitando los ríos en vez de ir a pie.
Pero el destino era caprichoso, a veces. En ocasiones no le gustaba que le cambiasen los planes si se tomaban atajos. Por eso siempre se guardaba una sorpresa bajo la manga. En esa ocasión, la carta del destino tenía nombre. Un apellido reconocido. Un color de cabello imposible de ignorar. Y una reputación merecidamente ganada, desde luego; tras sus actos heroicos durante aquel fatídico examen de ascenso a Chunin.
Ella era...
... Uzumaki Eri.