27/01/2019, 22:52
Takuya rio.
—Claro, claro. Tres mil ryo, ¿¡qué te parece!? Más dinero junto del que has tenido en tu vida, plebeyo —rio a carcajadas.
Comadreja se aclaró la voz.
—¡Sin duda hace honor a la fama que le precede! Muchísimas gracias por su generosidad, Gabbra-sama. Eso tocaría a mil ryo por cabeza —añadió, sonriente, a los suyos—. Aunque… Teniendo en cuenta los gastos que nos traerá semejante tarea… —aspiró con fuerza entre los dientes, poniendo cara de que algo fallaba.
—¿Qué ocurre? —quiso saber el noble—. ¿No querrás regatear conmigo, muerto de hambre? Pero, ¿¡tú sabes con quién estás tratando!?
—¡Discúlpeme por darle tan mala impresión! —respondió en seguida, realizando tal reverencia que casi estampa la nariz contra el suelo—. Oh, no, ¡ni muchísimo menos, Gabbra-sama! En las dunas es bien conocida su generosidad. Cómo el año pasado, sin ir más lejos, cuando tuvo la bondad y misericordia de bajarle los impuestos a sus plebeyos tras el mal año de cultivo. —Oh, sí. Había pasado de ser tan abusivo que se merecía una sublevación en su cara a, simplemente, ser abusivo—. O cómo acogió a una niña de quince años, huérfana y sin nada, y le dio un techo, un plato y un oficio como criada.
—Ah, mi esposa siempre me dice que soy demasiado blando —dijo, visiblemente complacido porque sus actos de generosidad hubiesen traspasado fronteras.
—No, a lo que me refería, Gabbra-sama, es que necesitaremos dinero para comprar a guardias de la prisión. Uno o dos de nosotros tendrá que quedarse fuera, para facilitar el escape. Eso conlleva unos gastos: comida, hospedaje…
—Menudos muertos de hambre. A ver, ¿cuánto necesitáis?
—Unos… seis mil estaría bien.
—¿Seis mil? ¿Te crees que a mí el dinero me cayó del cielo? —Algo parecido había sido—. Bah, que no se diga. ¡Si me traéis a ese bastardo, seis mil tendréis!
Comadreja realizó una nueva reverencia, satisfecho consigo mismo. Su trabajo estaba hecho.
—Claro, claro. Tres mil ryo, ¿¡qué te parece!? Más dinero junto del que has tenido en tu vida, plebeyo —rio a carcajadas.
Comadreja se aclaró la voz.
—¡Sin duda hace honor a la fama que le precede! Muchísimas gracias por su generosidad, Gabbra-sama. Eso tocaría a mil ryo por cabeza —añadió, sonriente, a los suyos—. Aunque… Teniendo en cuenta los gastos que nos traerá semejante tarea… —aspiró con fuerza entre los dientes, poniendo cara de que algo fallaba.
—¿Qué ocurre? —quiso saber el noble—. ¿No querrás regatear conmigo, muerto de hambre? Pero, ¿¡tú sabes con quién estás tratando!?
—¡Discúlpeme por darle tan mala impresión! —respondió en seguida, realizando tal reverencia que casi estampa la nariz contra el suelo—. Oh, no, ¡ni muchísimo menos, Gabbra-sama! En las dunas es bien conocida su generosidad. Cómo el año pasado, sin ir más lejos, cuando tuvo la bondad y misericordia de bajarle los impuestos a sus plebeyos tras el mal año de cultivo. —Oh, sí. Había pasado de ser tan abusivo que se merecía una sublevación en su cara a, simplemente, ser abusivo—. O cómo acogió a una niña de quince años, huérfana y sin nada, y le dio un techo, un plato y un oficio como criada.
—Ah, mi esposa siempre me dice que soy demasiado blando —dijo, visiblemente complacido porque sus actos de generosidad hubiesen traspasado fronteras.
—No, a lo que me refería, Gabbra-sama, es que necesitaremos dinero para comprar a guardias de la prisión. Uno o dos de nosotros tendrá que quedarse fuera, para facilitar el escape. Eso conlleva unos gastos: comida, hospedaje…
—Menudos muertos de hambre. A ver, ¿cuánto necesitáis?
—Unos… seis mil estaría bien.
—¿Seis mil? ¿Te crees que a mí el dinero me cayó del cielo? —Algo parecido había sido—. Bah, que no se diga. ¡Si me traéis a ese bastardo, seis mil tendréis!
Comadreja realizó una nueva reverencia, satisfecho consigo mismo. Su trabajo estaba hecho.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado