28/01/2019, 02:41
Los ojos de Kaido, a veces pequeños, se inflaron como un globo. Estaban hinchados de ira. ¿La determinación de Comadreja? nada que ver con la suya. Alzó el puño y voló hasta el rostro de Comadreja.
Era su hora de morir...
... y sin embargo
¡Proush! la piedra de la pared se rompió como el cristal ante la fuerza del agua comprimida.
Kaido sonrió y le dio dos palmaditas en la cara luego de que el brazo se le desinflara.
—No, Muñeca-chan, él tiene razón —concedió—. estoy seguro de que Dragón Rojo sabrá entender el sacrificio de este hombre y pagará como su labor le merece. Ahora lo entiendo.
Le soltó, dejándole caer al suelo. Entonces se dio la vuelta y miró a Masumi. ¿Qué veía ella en sus ojos? una idea. Una realización. Un desenlace. A ellos, volviendo sanos y salvos de la Prisión del Yermo. Ellos, cobrando el dinero. A Comadreja, esperando recibir su pasta. A Comadreja, muriendo víctima de su avaricia.
—No te habrás meado encima, ¿no? ... vámonos, tenemos un plan que discutir.
Era su hora de morir...
... y sin embargo
¡Proush! la piedra de la pared se rompió como el cristal ante la fuerza del agua comprimida.
Kaido sonrió y le dio dos palmaditas en la cara luego de que el brazo se le desinflara.
—No, Muñeca-chan, él tiene razón —concedió—. estoy seguro de que Dragón Rojo sabrá entender el sacrificio de este hombre y pagará como su labor le merece. Ahora lo entiendo.
Le soltó, dejándole caer al suelo. Entonces se dio la vuelta y miró a Masumi. ¿Qué veía ella en sus ojos? una idea. Una realización. Un desenlace. A ellos, volviendo sanos y salvos de la Prisión del Yermo. Ellos, cobrando el dinero. A Comadreja, esperando recibir su pasta. A Comadreja, muriendo víctima de su avaricia.
—No te habrás meado encima, ¿no? ... vámonos, tenemos un plan que discutir.