29/01/2019, 00:32
Nunca pensó que su técnica llegase a ser impresionante, pero la verdad es que con tanto metal allí lo raro fue que saliese viva. Tras acabar con sus dos seguidores, ambos cayeron sobre demás piezas metálicas que no tardaron en transmitir la corriente eléctrica que había creado su técnica, y fue cuando todo se descontroló, creando una onda expansiva que hizo que todos los que allí quedaban conscientes volasen por los aires o se cegaran por el gran destello que había creado.
Eri se tapó los ojos rápidamente con el brazo, evitando que dañase más su visión. Y cuando todo pareció tranquilizarse, los abrió, y fijó su vista en el chico que acababa de carcajearse en la sala.
—¡Joder! JAJAJAJAJAJAJA, eso ha sido bestial, Eri.
—¡Nabi! —chilló la Uzumaki, corriendo a la posición del Inuzuka quien estaba sentado en el suelo con diversas heridas abiertas y sangre por todas partes de su cuerpo. Rápido se agachó y se quedó mirándole con cierta preocupación.
—Qué puta locura. Ni siento las piernas, este jutsu sigue siendo demasiado para mi.
—No deberías haberte excedido tanto... —murmuró Eri, sintiéndose ligeramente culpable. Si ella no se hubiera lanzado sin control, quizá lo hubieran llevado mejor—. Lo siento, creo que he sido demasiado impulsiva.
—Bueno, vosotros estáis bien. ¿Podemos descansar un momento, Eri? Necesito recuperarme de la emoción y de los retrocesos de mis locuras.
—Todo lo que necesites —afirmó ella, levantándose para ir a por el arma que tenían que recuperar, dándose cuenta de la masacre que acababan de hacer en un momento. Se llevó una mano a la frente, limpiándose el sudor, e intentó coger el hacha, pero... —. Creo... Creo que voy a liberar a los rehenes mejor —murmuró, algo avergonzada—. No puedo coger el hacha, pesa demasiado...
Y sin dejar que Nabi pudiese si quiera hablar, se alejó corriendo por los pasillos donde antes habían aparecido más bandidos, buscando gente a la que rescatar.
Eri se tapó los ojos rápidamente con el brazo, evitando que dañase más su visión. Y cuando todo pareció tranquilizarse, los abrió, y fijó su vista en el chico que acababa de carcajearse en la sala.
—¡Joder! JAJAJAJAJAJAJA, eso ha sido bestial, Eri.
—¡Nabi! —chilló la Uzumaki, corriendo a la posición del Inuzuka quien estaba sentado en el suelo con diversas heridas abiertas y sangre por todas partes de su cuerpo. Rápido se agachó y se quedó mirándole con cierta preocupación.
—Qué puta locura. Ni siento las piernas, este jutsu sigue siendo demasiado para mi.
—No deberías haberte excedido tanto... —murmuró Eri, sintiéndose ligeramente culpable. Si ella no se hubiera lanzado sin control, quizá lo hubieran llevado mejor—. Lo siento, creo que he sido demasiado impulsiva.
—Bueno, vosotros estáis bien. ¿Podemos descansar un momento, Eri? Necesito recuperarme de la emoción y de los retrocesos de mis locuras.
—Todo lo que necesites —afirmó ella, levantándose para ir a por el arma que tenían que recuperar, dándose cuenta de la masacre que acababan de hacer en un momento. Se llevó una mano a la frente, limpiándose el sudor, e intentó coger el hacha, pero... —. Creo... Creo que voy a liberar a los rehenes mejor —murmuró, algo avergonzada—. No puedo coger el hacha, pesa demasiado...
Y sin dejar que Nabi pudiese si quiera hablar, se alejó corriendo por los pasillos donde antes habían aparecido más bandidos, buscando gente a la que rescatar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)