12/10/2015, 22:58
A los ojos de la pelirroja, no había ningún rasgo que definiera por completo el sexo de aquella persona que tenía delante, absolutamente nada ni siquiera una barba o una voz demasiado grave para una mujer. Tampoco la edad que afirmó tener ni la risa que soltó previamente, no, no iba a dejarse engañar tan fácilmente.
- Ah... ¿Entonces estás viejo? ¿¡Oseaqueyotambién!? - Chilló la kunoichi mientras se revolvía el cabello violentamente como si tuviese mil piojos picándola al mismo tiempo. Pero no, Ritsuko no tiene piojos, simplemente no da tanta importancia a la imagen que da a los demás y por ello ni se preocupa por cuan revuelta le haya quedado la cabeza. Aunque su costumbre de responder a todo lo que se le preguntara hizo que dejara en un santiamén lo que hacía para responder con su tan natural alegría. - ¡Por la barba! ¡Se la suelen dejar los más viejos! - Decía casi dando saltitos por culpa de su desbordante energía.
Igual lo que le importaba más que la edad era el sexo del ninja delante suyo, que luego de un rato terminó por responderle al fin aunque parecía que le había molestado en si la pregunta. Cosa que a ella no le interesaba en lo más mínimo. - Ahh... ¿Peronosesupo...? - No pudo terminar la frase gracias a que al fin había mordido su lengua. Cuestión por la cual ahora la kunoichi estaba de cuclillas con el rostro escondido entre sus manos y con una lagrimilla asomándose por cada ojo.
Unos instantes después de aquello, volvió a levantarse llena de energía para terminar lo que había empezado a decir. - ¿No de dupone que lod hombred tienen pelo codto? - Decía con un tonito lleno de inocencia y con una mueca clara de dolor. - ¿Y qué hadiad? - Preguntó más al rato casi sin dar tiempo a que le respondieran. ¿Para qué preguntarle? Para nada, simple curiosidad que no afectaría en lo más mínimo a los planes de la kunoichi, o eso creía ella. Tal vez el chico se atreva a arrastrarla a alguna clase de entrenamiento o algo similar, o haga algo que logre llamarle la atención para molestarle el resto de la tarde.
- Ah... ¿Entonces estás viejo? ¿¡Oseaqueyotambién!? - Chilló la kunoichi mientras se revolvía el cabello violentamente como si tuviese mil piojos picándola al mismo tiempo. Pero no, Ritsuko no tiene piojos, simplemente no da tanta importancia a la imagen que da a los demás y por ello ni se preocupa por cuan revuelta le haya quedado la cabeza. Aunque su costumbre de responder a todo lo que se le preguntara hizo que dejara en un santiamén lo que hacía para responder con su tan natural alegría. - ¡Por la barba! ¡Se la suelen dejar los más viejos! - Decía casi dando saltitos por culpa de su desbordante energía.
Igual lo que le importaba más que la edad era el sexo del ninja delante suyo, que luego de un rato terminó por responderle al fin aunque parecía que le había molestado en si la pregunta. Cosa que a ella no le interesaba en lo más mínimo. - Ahh... ¿Peronosesupo...? - No pudo terminar la frase gracias a que al fin había mordido su lengua. Cuestión por la cual ahora la kunoichi estaba de cuclillas con el rostro escondido entre sus manos y con una lagrimilla asomándose por cada ojo.
Unos instantes después de aquello, volvió a levantarse llena de energía para terminar lo que había empezado a decir. - ¿No de dupone que lod hombred tienen pelo codto? - Decía con un tonito lleno de inocencia y con una mueca clara de dolor. - ¿Y qué hadiad? - Preguntó más al rato casi sin dar tiempo a que le respondieran. ¿Para qué preguntarle? Para nada, simple curiosidad que no afectaría en lo más mínimo a los planes de la kunoichi, o eso creía ella. Tal vez el chico se atreva a arrastrarla a alguna clase de entrenamiento o algo similar, o haga algo que logre llamarle la atención para molestarle el resto de la tarde.