13/10/2015, 13:17
Nabi le dijo a Daruu que no tenía ni idea de cuándo dejaba de llover en Amegakure, pero que creer ciegamente en algo no era bueno. Daruu asintió enérgicamente.
—Claro. Por eso no creo ciegamente en ello. —Sí que sentía una especie de superstición extraña. Era inevitable. Casi todo el mundo a su alrededor se comportaba como si el hecho de que no cayera ni gota de agua fuese una tragedia. Era imposible que, estando en una sociedad así, no se te pegara algo. Pero en el fondo sabía que no había tal desgracia. Sabía también que no había Amenokami, el Dios de la Lluvia, aunque participase en las tradiciones que consideraba bonitas.
Como muchas veces decía su madre, Amedama Kiroe, "aquí sólo estamos el cielo, la Tierra y sus hijos".
Nabi se sentó apoyando los codos en las rodillas y la cabeza en las manos, con las piernas cruzadas. Daruu lo imitó, pero se inclinó hacia atrás y apoyó las palmas de las manos con los brazos extendidos en el suelo. El Uchiha lanzó entonces otra incógnita.
Daruu detectó cierto escape de información, y sonrió.
—Me gusta mi villa. Me gano la vida como ninja, pero tengo aficiones. ¿De su historia? Las clases me resultaban aburridas. No prestaba atención.
Sí que lo hacía, ¿pero no estaba ya hablando mucho de él mismo?
—Respecto de la imagen que tengo sobre Uzushio... No me han hablado mucho de ella, ¿lo harás tú? Al menos tú sabes que en la mía llueve un huevo.
—Claro. Por eso no creo ciegamente en ello. —Sí que sentía una especie de superstición extraña. Era inevitable. Casi todo el mundo a su alrededor se comportaba como si el hecho de que no cayera ni gota de agua fuese una tragedia. Era imposible que, estando en una sociedad así, no se te pegara algo. Pero en el fondo sabía que no había tal desgracia. Sabía también que no había Amenokami, el Dios de la Lluvia, aunque participase en las tradiciones que consideraba bonitas.
Como muchas veces decía su madre, Amedama Kiroe, "aquí sólo estamos el cielo, la Tierra y sus hijos".
Nabi se sentó apoyando los codos en las rodillas y la cabeza en las manos, con las piernas cruzadas. Daruu lo imitó, pero se inclinó hacia atrás y apoyó las palmas de las manos con los brazos extendidos en el suelo. El Uchiha lanzó entonces otra incógnita.
Daruu detectó cierto escape de información, y sonrió.
—Me gusta mi villa. Me gano la vida como ninja, pero tengo aficiones. ¿De su historia? Las clases me resultaban aburridas. No prestaba atención.
Sí que lo hacía, ¿pero no estaba ya hablando mucho de él mismo?
—Respecto de la imagen que tengo sobre Uzushio... No me han hablado mucho de ella, ¿lo harás tú? Al menos tú sabes que en la mía llueve un huevo.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)