13/10/2015, 20:08
Vio como Kazuma hacía todo el trabajo y además, como había hablado al caballo cuando éste se emocionó al salir por fin del lugar donde al parecer llevaba mucho tiempo. La muchacha de cabellos azules sonrió y bufó apartándose el poco pelo que se había instaurado en su visión, nublándole la tan agraciada vista que encontraba en aquel recorrido por el Jardín de Cerezos tan característico de su villa.
Gracias a su sombrilla, más el techo que llevaba incorporado el carro y los abanicos, Eri comenzaba a sentirse mucho mejor. Y aprovechó para admirar la belleza de su al rededor. Es verdad que en primavera los árboles estaban muchísimo más bonitos, pero en verano las sombras que creaban sus hojas y sus flores junto con sus pétalos recreaban un ambiente fresco y agradable, haciendo que el calor que llevaba soportando desde que había comenzado su paseo disminuyese casi por totalidad.
Entonces paró su vista en Kazuma y notó como él no corría su suerte. Mordió su labio inferior, ojalá él pudiese sentirse como la joven kunoichi. Observó su sombrilla y así se le ocurrió una idea. Aprovechó que el asiento donde ella viajaba no estaba muy lejos del asiento del cochero, por lo que se acercó quedando sentada justo en el borde de su propio asiento y le estiró la sombrilla abierta a Kazuma para que éste pudiese refugiarse de los rayos del sol. No sabía si el chico le gustaba o no estar bajo la influencia del Astro Rey todo el rato, pero sabía que podía hacer daño a la piel si no se tomaban las medidas adecuadas.
-Deberían poner también sombrillas para los cocheros. - Opinó la peliazul mientras daba vueltas a su sombrilla. Pintó en su cara una jovial sonrisa y miró al corcel que tiraba del carro, ojalá pudiese también protegerle a él del sol. Cuando descansasen, se encargaría ella misma de darle de beber. - Oye, Kazuma-san, ¿por dónde están situadas las fuentes del jardín? - Preguntó con inocencia.
Y lo cierto es que no tenía ni idea.
Gracias a su sombrilla, más el techo que llevaba incorporado el carro y los abanicos, Eri comenzaba a sentirse mucho mejor. Y aprovechó para admirar la belleza de su al rededor. Es verdad que en primavera los árboles estaban muchísimo más bonitos, pero en verano las sombras que creaban sus hojas y sus flores junto con sus pétalos recreaban un ambiente fresco y agradable, haciendo que el calor que llevaba soportando desde que había comenzado su paseo disminuyese casi por totalidad.
Entonces paró su vista en Kazuma y notó como él no corría su suerte. Mordió su labio inferior, ojalá él pudiese sentirse como la joven kunoichi. Observó su sombrilla y así se le ocurrió una idea. Aprovechó que el asiento donde ella viajaba no estaba muy lejos del asiento del cochero, por lo que se acercó quedando sentada justo en el borde de su propio asiento y le estiró la sombrilla abierta a Kazuma para que éste pudiese refugiarse de los rayos del sol. No sabía si el chico le gustaba o no estar bajo la influencia del Astro Rey todo el rato, pero sabía que podía hacer daño a la piel si no se tomaban las medidas adecuadas.
-Deberían poner también sombrillas para los cocheros. - Opinó la peliazul mientras daba vueltas a su sombrilla. Pintó en su cara una jovial sonrisa y miró al corcel que tiraba del carro, ojalá pudiese también protegerle a él del sol. Cuando descansasen, se encargaría ella misma de darle de beber. - Oye, Kazuma-san, ¿por dónde están situadas las fuentes del jardín? - Preguntó con inocencia.
Y lo cierto es que no tenía ni idea.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)