4/02/2019, 21:14
—Lo que tú digas, va pueh— Hizo lo propio y se marchó por su lado. Tenía bastantes dudas sobre el bendito mapa y la relación entre el muerto y su abuelo. Estaba sereno al respecto, aunque pronto quizás iba a enterarse de que en aquel pueblo se cocinaban más maquinaciones de las que a simple vista podían observarse. No todo eran bandidos y vaqueros.
En cuanto a los camellos, los animales seguirían ahí, tales cuales. Sin contar a Bandō y a su cuadrilla, en Shirotora había muy pocos amantes de lo ajeno que se atrevieran a echar mano sin permiso de las cosas. Respecto a su estado, salvo por el hambre estarían bien, a menos que hiciera algo de memoria respecto a las palabras de Utage sobre no darles agua en los caminos.
En cuanto a los camellos, los animales seguirían ahí, tales cuales. Sin contar a Bandō y a su cuadrilla, en Shirotora había muy pocos amantes de lo ajeno que se atrevieran a echar mano sin permiso de las cosas. Respecto a su estado, salvo por el hambre estarían bien, a menos que hiciera algo de memoria respecto a las palabras de Utage sobre no darles agua en los caminos.