4/02/2019, 22:04
El sitio estaba algo desolado luego del almuerzo, aunque la tabernera se mantenía ahí, que para eso le pagaban. Se encontraba limpiando y puliendo la cristalerías de las bebidas. Aunque sus ojos no se movieron de su trabajo, estaba más que pendiente de la llegada del Uchiha.
—Atendemos gente, no a sus monturas— No lo dijo queriendo ser mordaz, pero con su cara era imposible no tomárselo de esa manera. —Sin embargo. Hay un establo cerca de la comisaría donde tendrán algún grano para los camellos, quizás dátiles, les gustan mucho. Eso sí, para dejarlos ahí o comprar algún saco de alimento tendrás que pagarle a la esposa del alguacil, quien regenta el lugar— Dejó la taza en su lugar para pasar a limpiar otro igual. —Debiste haber dejado a tus animales allá desde un inicio— remató.
—Atendemos gente, no a sus monturas— No lo dijo queriendo ser mordaz, pero con su cara era imposible no tomárselo de esa manera. —Sin embargo. Hay un establo cerca de la comisaría donde tendrán algún grano para los camellos, quizás dátiles, les gustan mucho. Eso sí, para dejarlos ahí o comprar algún saco de alimento tendrás que pagarle a la esposa del alguacil, quien regenta el lugar— Dejó la taza en su lugar para pasar a limpiar otro igual. —Debiste haber dejado a tus animales allá desde un inicio— remató.