4/02/2019, 22:43
—Está en los lindes del pueblo, en el acceso del sur. Toma esta misma Calle Real hacia abajo hasta que veas menos casas y más animales. No es difícil encontrar el camino, todo por aquí es muy cuadrado en su construcción—. Sin embargo, no se le notaba que fuera a terminar con sus indicaciones. —Luego de eso quizás la patrona vaya a buscarte, anda con un poco de mal humor ya que piensa que has estado huyendo de ella todo el día—. Ahora sí, había terminado.
Para cuando Datsue saliese y se dirigiera al lugar indicado, notaría claramente cómo las casas daban lugar a zonas más abiertas, cuyo acceso estaba únicamente restringido por vallas altas de madera. Un poco más adelante, algunos graneros y establos rodeados de parcelas de tierra con algo de escasa vegetación que creció gracias a las lleves lluvias del invierno. Camellos y caballos eran los que principalmente se hallaban ahí, aunque no faltaba algún asno o mula rompiendo el patrón.
En la entrada del establo, una mujer con más brazo que pecho cargaba con enormes cubetas de trigo, vaciando su contenido en los pesebres de los animales. Muchos tipos de monturas distintos se congregaban ahí, demasiadas podría intuir algunos para el estado económico general de Shirotora. Mantenerlos no salía barato.
Para cuando Datsue saliese y se dirigiera al lugar indicado, notaría claramente cómo las casas daban lugar a zonas más abiertas, cuyo acceso estaba únicamente restringido por vallas altas de madera. Un poco más adelante, algunos graneros y establos rodeados de parcelas de tierra con algo de escasa vegetación que creció gracias a las lleves lluvias del invierno. Camellos y caballos eran los que principalmente se hallaban ahí, aunque no faltaba algún asno o mula rompiendo el patrón.
En la entrada del establo, una mujer con más brazo que pecho cargaba con enormes cubetas de trigo, vaciando su contenido en los pesebres de los animales. Muchos tipos de monturas distintos se congregaban ahí, demasiadas podría intuir algunos para el estado económico general de Shirotora. Mantenerlos no salía barato.