15/10/2015, 01:12
Como era la costumbre, el chico no lograba seguirle el ritmo a la pelirroja, o por lo menos eso era lo que aparentaba. Podía ser el tipo de persona que simplemente prefería ignorarla y seguir con su vida normal y nadie podría culparlo.
En realidad, que la ignoren y sigan como si nada es algo que la trae sin cuidado y que ya le ha pasado infinidad de veces. Una verdadera pena que el joven que tenía delante le haya llamado la atención y ahora se vea obligado a soportarla. Quién sabe por cuánto tiempo.
- Ah... Me acodtumbdé a ved hombded con pelo corto y mujeded con pelo largo... - Explicó la kunoichi que no dejaba de analizar el físico ajeno de pies a cabeza con suma atención y los ojos bien abiertos cual plato.
- ¿Meditad? ¿Los ninja lo haden? - Preguntó arqueando una ceja y mirándole con el cuerpo ligeramente inclinado a un lado como si intentase verlo por detrás. - ¿Dirve para algo? - Agregó más tarde, esta vez si dando tiempos para que le respondieran.
No iba a quedarse quieta en pleno interrogatorio, era imposible para la chica esta hacerlo. Como su postura lo había sugerido previamente, la pelirroja comenzó a caminar sin molestarse en enderezarse, con la intención de rodearle y analizarlo también por detrás, para encontrarse con una larga trenza.
- ¡Ey! - Exclamó la kunoichi algo alterada a la vez que tomaba la trenza con una mano, pero con el cuidado suficiente para no darle un tirón a la misma, suponiendo claro, que él se quedase quieto. - ¿No te toma mucho tiempo hacerla? - Preguntó al fin mientras le frotaba el cabello con un dedo de su mano libre.
Finalmente había recuperado la sensibilidad de su lengua, por lo que podría hablar normalmente y puede que luego terminase acelerando la velocidad de su habla nuevamente.
En realidad, que la ignoren y sigan como si nada es algo que la trae sin cuidado y que ya le ha pasado infinidad de veces. Una verdadera pena que el joven que tenía delante le haya llamado la atención y ahora se vea obligado a soportarla. Quién sabe por cuánto tiempo.
- Ah... Me acodtumbdé a ved hombded con pelo corto y mujeded con pelo largo... - Explicó la kunoichi que no dejaba de analizar el físico ajeno de pies a cabeza con suma atención y los ojos bien abiertos cual plato.
- ¿Meditad? ¿Los ninja lo haden? - Preguntó arqueando una ceja y mirándole con el cuerpo ligeramente inclinado a un lado como si intentase verlo por detrás. - ¿Dirve para algo? - Agregó más tarde, esta vez si dando tiempos para que le respondieran.
No iba a quedarse quieta en pleno interrogatorio, era imposible para la chica esta hacerlo. Como su postura lo había sugerido previamente, la pelirroja comenzó a caminar sin molestarse en enderezarse, con la intención de rodearle y analizarlo también por detrás, para encontrarse con una larga trenza.
- ¡Ey! - Exclamó la kunoichi algo alterada a la vez que tomaba la trenza con una mano, pero con el cuidado suficiente para no darle un tirón a la misma, suponiendo claro, que él se quedase quieto. - ¿No te toma mucho tiempo hacerla? - Preguntó al fin mientras le frotaba el cabello con un dedo de su mano libre.
Finalmente había recuperado la sensibilidad de su lengua, por lo que podría hablar normalmente y puede que luego terminase acelerando la velocidad de su habla nuevamente.