5/02/2019, 02:30
—Se permiten toda clase de monturas, y con todas me refiero a TODAS. Puedes ir encima de un cocodrilo si quieres—. sonreía, pero no porque estuviera bromeando. Su tono iba muy, pero muy en serio. —Suele ser una carrera en cuatro fases. La ida, a través del llano, donde el terreno es liso. La segunda es la zona de las dunas, donde debido a la irregularidad de la arena deberás ser cuidadoso y no gastar demasiada fuerza. La tercera es la vuelta al Templo Báihū, unas ruinas en medio del desierto. La cuarta fase consiste en regresar del templo con una flor de nopal rosa, de las que crecen a las inmediaciones del santuario. El primero que regrese a Shirotora con flor en mano es declarado ganador y recibe el derecho a escribir su nombre en esa lista— La mujer señaló rápidamente el estandarte a sus espaldas sin darse la vuelta.
Muchos nombres quedaron para la posteridad en aquella manta, muchos, desconocidos en el exterior, pero que se habrían llevado un manojo de billetes en el proceso y el reconocimiento de los locales. Muchos eran olvidables, pero dos en específico presentaban patrones reconocibles.
De los que estaban ahí, uno se repetía cuatro veces, específicamente en los años 208, 198, 188 y 178: King Shishio. El segundo, resaltaba por ocupar siete de los nueve espacios de la última década: Roger Bandō, faltando su firma únicamente en el 211 y el 217.
Muchos nombres quedaron para la posteridad en aquella manta, muchos, desconocidos en el exterior, pero que se habrían llevado un manojo de billetes en el proceso y el reconocimiento de los locales. Muchos eran olvidables, pero dos en específico presentaban patrones reconocibles.
De los que estaban ahí, uno se repetía cuatro veces, específicamente en los años 208, 198, 188 y 178: King Shishio. El segundo, resaltaba por ocupar siete de los nueve espacios de la última década: Roger Bandō, faltando su firma únicamente en el 211 y el 217.