8/02/2019, 13:47
Más rápido de lo que habría cabido esperar, Eri fue haciendo más y más progresos. Al principio las pelotas de goma se desinflaban en vez de estallar. El daño a la goma era cada vez más extenso, por lo que Hanabi, que por supuesto estuvo observando todo el proceso sentado en la grada, no hizo comentario alguno. Prefería dejar que ella misma averiguase una manera de hacerlo bien. Ya era algo tarde cuando la muchacha consiguió explotar la primera bola, y después de esta vino otra.
Hanabi saltó desde la grada al terreno de combate, sonriente.
—¡Muy bien, Eri! Ahora sólo te queda el proceso final —dijo—. Ahora mismo consigues mover el chakra con la potencia necesaria, pero... te invito a comprobar qué ocurre si intentas hacerlo sin pelota. Adelante, imagina que tienes una de ellas en la mano e intenta materializar tu chakra. A ver qué ocurre.
Hanabi saltó desde la grada al terreno de combate, sonriente.
—¡Muy bien, Eri! Ahora sólo te queda el proceso final —dijo—. Ahora mismo consigues mover el chakra con la potencia necesaria, pero... te invito a comprobar qué ocurre si intentas hacerlo sin pelota. Adelante, imagina que tienes una de ellas en la mano e intenta materializar tu chakra. A ver qué ocurre.