8/02/2019, 14:04
Daruu, aún sobresaltado por el susto que se acababa de llevar, tardó unos segundos en volver a poner los pies sobre Oonindo.
——¡Un momento, se suponía que eso era una sorpresa! —protestó, señalándola con un dedo, y Ayame alzó los hombros en un gesto defensivo—. ¿Cómo has podido enterarte de eso? ¿Te lo dijo mi madre? Y Ayame —de verdad—, deberíamos irnos a casa ya. Anda, agárrame.
La muchacha suspiró, ofuscada, pero aunque se moría de ganas por continuar aquella conversación, sabía que Daruu tenía razón. Si se retrasaban mucho más, su padre iría a buscarlos con la furia del acero en sus ojos.
—Está bien, está bien —accedió, acercándose a él para colocar la mano sobre su hombro, ya que necesitaba tener las manos libres para realizar los sellos de aquella curiosa técnica. Aún le parecía tan inverosímil como increíble que se hubiesen movido de Amegakure a Yachi en apenas un parpadeo, ¡ni siquiera podría hacer algo así con la Técnica del Parpadeo Corporal!. Sin embargo, antes de que volvieran a teletransportarse, se apresuró a explicarse—: Un gato blanco vino a vernos a los calabozos.
——¡Un momento, se suponía que eso era una sorpresa! —protestó, señalándola con un dedo, y Ayame alzó los hombros en un gesto defensivo—. ¿Cómo has podido enterarte de eso? ¿Te lo dijo mi madre? Y Ayame —de verdad—, deberíamos irnos a casa ya. Anda, agárrame.
La muchacha suspiró, ofuscada, pero aunque se moría de ganas por continuar aquella conversación, sabía que Daruu tenía razón. Si se retrasaban mucho más, su padre iría a buscarlos con la furia del acero en sus ojos.
—Está bien, está bien —accedió, acercándose a él para colocar la mano sobre su hombro, ya que necesitaba tener las manos libres para realizar los sellos de aquella curiosa técnica. Aún le parecía tan inverosímil como increíble que se hubiesen movido de Amegakure a Yachi en apenas un parpadeo, ¡ni siquiera podría hacer algo así con la Técnica del Parpadeo Corporal!. Sin embargo, antes de que volvieran a teletransportarse, se apresuró a explicarse—: Un gato blanco vino a vernos a los calabozos.