10/02/2019, 00:38
«¡Joder, no veo una mierda!» —espetó para sus adentros. Aquello le estaba dando más problemas de lo que había previsto en un principio. Además, tampoco había pensado bien en qué era lo que iba a hacer una vez estuviera dentro del departamento.
No tuvo más remedio que tratar de orientarse con las manos en la pared, pasando la yema de los dedos por sobre los números y tratar de discernir cuál era cuál.
No tuvo más remedio que tratar de orientarse con las manos en la pared, pasando la yema de los dedos por sobre los números y tratar de discernir cuál era cuál.