10/02/2019, 02:59
(Última modificación: 10/02/2019, 04:49 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
El Yotsuki asintió y terminó por comerse lo que quedaba de su barra. "Joder, que bien sabía esto. Debo averiguar si en algún lugar del Distrito Comercial venden de estás, que están muy buenas." Siguió observando a la kunoichi, la nuevamente estaba tartamudeando cómo si no supiera exactamente que palabras elegir para hablar. Le desesperaba un poco, pero no tanto para perdiera los estribos.
—Pues no sé, yo soy yo y los demás son los demás—. Se cruzó de brazos —Sin embargo te puedo asegurar que a todos nos enseñan a ser disciplinados. Nuestra Arashikage es muy estricta y no tolera a los que no son capaces de esforzarse por salir adelante, por lo que incluso nuestros padres nos enseñan a ser tenaces desde antes de entrar a la academia. Dicen que la máxima mandataria es muy severa con los irresponsables, pero aunque yo no la he visto en persona tampoco tengo ganas de averiguarlo para comprobar si es verdad— se guardó el envoltorio de basura en un bolsillo, pues no iba a dejar sucio el lugar.
Dio un par de brincos en la zona, animándose incluso a dar una patada al aire. Ya estaba en forma de nuevo.
—Creo que ya he descansado lo suficiente, quizás tu barra me ha dado la energía extra que me faltaba— Se carcajeó de nuevo. —Creo que va siendo hora de que regrese por donde vine. Este combate me ha ayudado mucho, para darme cuenta de que tengo algo muy importante por corregir aún. ¡Espero que tú también te hagas más fuerte para cuando nos enfrentemos de nuevo!— Inmediatamente le tendió la mano a la kunoichi, buscando no sólo ayudarla a levantarse sino cómo una muestra de respeto.
—Pues no sé, yo soy yo y los demás son los demás—. Se cruzó de brazos —Sin embargo te puedo asegurar que a todos nos enseñan a ser disciplinados. Nuestra Arashikage es muy estricta y no tolera a los que no son capaces de esforzarse por salir adelante, por lo que incluso nuestros padres nos enseñan a ser tenaces desde antes de entrar a la academia. Dicen que la máxima mandataria es muy severa con los irresponsables, pero aunque yo no la he visto en persona tampoco tengo ganas de averiguarlo para comprobar si es verdad— se guardó el envoltorio de basura en un bolsillo, pues no iba a dejar sucio el lugar.
Dio un par de brincos en la zona, animándose incluso a dar una patada al aire. Ya estaba en forma de nuevo.
—Creo que ya he descansado lo suficiente, quizás tu barra me ha dado la energía extra que me faltaba— Se carcajeó de nuevo. —Creo que va siendo hora de que regrese por donde vine. Este combate me ha ayudado mucho, para darme cuenta de que tengo algo muy importante por corregir aún. ¡Espero que tú también te hagas más fuerte para cuando nos enfrentemos de nuevo!— Inmediatamente le tendió la mano a la kunoichi, buscando no sólo ayudarla a levantarse sino cómo una muestra de respeto.