17/10/2015, 15:35
Contemplado el cielo a través del agua, concretamente del reflejo que su superficie proporcionaba, el chico apenas fue consciente de lo que se avecinaba. A otro lado del lago, una chica se atrevió a actuar cual cazadora, adentrándose en las aguas en busca de alimento... o a saber qué pretendía. Fuere como fuere, el resultado fue el mismo.
De pronto, el agua se disturbó, y de ésta salió una chica con un pez en la boca. No tuvo otro lugar donde caer salvo sobre el albino, el cuál apenas tuvo opción a reaccionar. Ni en sueños se hubiese imaginado una situación así. Lo único que pudo llegar a hacer es anteponer los brazos ante la aparatosa caída que se le venía encima.
El agua le llegó hasta el culo, no literalmente, aunque bien cierto era que se había sentado en hierba mojada... En fin, la chica le puso chorreando. Y no solo eso, si no que con esa abatida le tumbó ipso facto, quedando ella sobre él.
—Ostra!— Se quejó instintivamente.
Lejos de apartarse, la chica se limitó a extrañarse de los rasgos que tanto caracterizaban al albino. No solo se quedó extrañada por el bicolor de iris, si no que le preguntó como se había hecho eso en los ojos. Extraña pregunta para una chica que se abalanzaba desde el agua, con un pez en la boca. Que por cierto, a saber dónde había terminado el pez...
—¿Podrías... quitarte... de encima...?— Dio como contestación, a la par que hacía por zafase de ella. —Necesito respirar y tal... no es nada personal...—
Pese a que ésta parecía una persona "curiosa", no era la única del lugar. Por los alrededores, una carcajada se hizo audible. ¿Donde diablos se había metido? No había comprado ninguna entrada a éste circo.
Lo único en que podía pensar era en quitarse a la chica de encima, así como en buscar quizás un lugar algo mas tranquilo.
—Lo de los ojos no me lo hice yo... mis padres me pintaron cada ojo a su gusto, y no se pusieron de acuerdo... así que me tocó conservar ambos colores.—
Quizás con una respuesta absurda se conformase, y le dejase en paz.
De pronto, el agua se disturbó, y de ésta salió una chica con un pez en la boca. No tuvo otro lugar donde caer salvo sobre el albino, el cuál apenas tuvo opción a reaccionar. Ni en sueños se hubiese imaginado una situación así. Lo único que pudo llegar a hacer es anteponer los brazos ante la aparatosa caída que se le venía encima.
El agua le llegó hasta el culo, no literalmente, aunque bien cierto era que se había sentado en hierba mojada... En fin, la chica le puso chorreando. Y no solo eso, si no que con esa abatida le tumbó ipso facto, quedando ella sobre él.
—Ostra!— Se quejó instintivamente.
Lejos de apartarse, la chica se limitó a extrañarse de los rasgos que tanto caracterizaban al albino. No solo se quedó extrañada por el bicolor de iris, si no que le preguntó como se había hecho eso en los ojos. Extraña pregunta para una chica que se abalanzaba desde el agua, con un pez en la boca. Que por cierto, a saber dónde había terminado el pez...
—¿Podrías... quitarte... de encima...?— Dio como contestación, a la par que hacía por zafase de ella. —Necesito respirar y tal... no es nada personal...—
Pese a que ésta parecía una persona "curiosa", no era la única del lugar. Por los alrededores, una carcajada se hizo audible. ¿Donde diablos se había metido? No había comprado ninguna entrada a éste circo.
Lo único en que podía pensar era en quitarse a la chica de encima, así como en buscar quizás un lugar algo mas tranquilo.
—Lo de los ojos no me lo hice yo... mis padres me pintaron cada ojo a su gusto, y no se pusieron de acuerdo... así que me tocó conservar ambos colores.—
Quizás con una respuesta absurda se conformase, y le dejase en paz.