14/02/2019, 04:21
—¡S-sí…! Creo que prefiero a-a… aquellos… Me gustan los poemas sobre la tierra. Las plantas, las flores, las estaciones… El mundo... S-siento que es todo muy hermoso como… como para… para no prestarle atención. Desde… desde el insecto más pequeño hasta el árbol más alto…
Kazuma le miro y sonrió con plenitud, aquella muchacha era agradable, pese a ser de motivaciones tan diferentes.
—Ahm… Eh… Ha… Hanamura… El nombre de-de su pueblo es bonito. ¿Hay muchas flores? ¿C-co… cómo es su poesía?
—En mi pueblo no hacen poesía. De hecho, a la gente le importa poca más que las actividades cotidianas —aclaro—. Pero sí que hay muchas flores, campos tan amplios que la mayoría de su cuerpo se pierde en la distancia, allá donde la neblina toca el suelo.
La luz de lámpara que colgaba del techo parpadeo un par de veces, como si ya se le estuviese acabando la vida. Pero Kazuma continúo hablando sin inmutarse:
—Aunque hay algo que suele resultar inquietante: todas y cada una de las flores que allí crecen son una especie única de amapolas, tan agresivas que cualquier otra flor es incapaz de compartir el suelo de la región con ellas, tan ajenas al mundo que las abejas les huyen, tan esquivas que son incapaces de crecer bajo la luz directa del sol, y solo prosperan en la permanente semioscuridad del Paraje sin Sol.
Kazuma le miro y sonrió con plenitud, aquella muchacha era agradable, pese a ser de motivaciones tan diferentes.
—Ahm… Eh… Ha… Hanamura… El nombre de-de su pueblo es bonito. ¿Hay muchas flores? ¿C-co… cómo es su poesía?
—En mi pueblo no hacen poesía. De hecho, a la gente le importa poca más que las actividades cotidianas —aclaro—. Pero sí que hay muchas flores, campos tan amplios que la mayoría de su cuerpo se pierde en la distancia, allá donde la neblina toca el suelo.
La luz de lámpara que colgaba del techo parpadeo un par de veces, como si ya se le estuviese acabando la vida. Pero Kazuma continúo hablando sin inmutarse:
—Aunque hay algo que suele resultar inquietante: todas y cada una de las flores que allí crecen son una especie única de amapolas, tan agresivas que cualquier otra flor es incapaz de compartir el suelo de la región con ellas, tan ajenas al mundo que las abejas les huyen, tan esquivas que son incapaces de crecer bajo la luz directa del sol, y solo prosperan en la permanente semioscuridad del Paraje sin Sol.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)