16/02/2019, 16:45
Hasta ahora había sido un día feliz. Un poco más aburrido de lo normal, pero oye, un día feliz al fin y al cabo. Todo eso, por supuesto, estaba a punto de cambiar.
A su lado pasó un chaval de su edad, bajo un paraguas. Ese instrumento del mal tuvo la mala fortuna de rozar su trozo de pizza. El alimento se enganchó en uno de los alambres y el destino apartó a Daruu de su más preciada posición de aquellos momentos. El trozo de pizza voló a cámara lenta ante la mirada de un Amedama Daruu aterrorizado, que siguió como una cámara sobre raíles el perezoso arco que trazó el triángulo hasta caer en el suelo encima de un charco, echándose a perder.
Daruu se dio la vuelta y extendió los brazos hacia él, como si fuese un amante que se marchaba subido al tren. El chico miró al extraño, que siguió caminando como si nada. Miró al trozo.
—¡...nnnnnnnnnNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! —Gritó, desesperado. Nada podría haberle jodido el día más que eso. No, no y no. ¡No llevaba más dinero encima! ¡Ese trozo era el último de su pizza preferida, la Especial del Día de Yami-san! ¡Eran una mierda, pero eso a él ahora ya le daba igual! ¡Era su mierda! y él se la había arrebatado! Le señaló con el dedo, acusador, a pesar de que él estaba de espaldas y no tendría manera de saberlo—. ¡Tú, pedazo de mierda! ¡A ver si miramos por donde vamos, joder! ¡Me has jodido el almuerzo!
¿Justificado? No. ¿Proporcional? Probablemente no. ¿Merecido? Sí, puto sí.
A su lado pasó un chaval de su edad, bajo un paraguas. Ese instrumento del mal tuvo la mala fortuna de rozar su trozo de pizza. El alimento se enganchó en uno de los alambres y el destino apartó a Daruu de su más preciada posición de aquellos momentos. El trozo de pizza voló a cámara lenta ante la mirada de un Amedama Daruu aterrorizado, que siguió como una cámara sobre raíles el perezoso arco que trazó el triángulo hasta caer en el suelo encima de un charco, echándose a perder.
Daruu se dio la vuelta y extendió los brazos hacia él, como si fuese un amante que se marchaba subido al tren. El chico miró al extraño, que siguió caminando como si nada. Miró al trozo.
—¡...nnnnnnnnnNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! —Gritó, desesperado. Nada podría haberle jodido el día más que eso. No, no y no. ¡No llevaba más dinero encima! ¡Ese trozo era el último de su pizza preferida, la Especial del Día de Yami-san! ¡Eran una mierda, pero eso a él ahora ya le daba igual! ¡Era su mierda! y él se la había arrebatado! Le señaló con el dedo, acusador, a pesar de que él estaba de espaldas y no tendría manera de saberlo—. ¡Tú, pedazo de mierda! ¡A ver si miramos por donde vamos, joder! ¡Me has jodido el almuerzo!
¿Justificado? No. ¿Proporcional? Probablemente no. ¿Merecido? Sí, puto sí.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)