22/02/2019, 23:31
—Bueno. Pues ahora que te has... disculpado —dijo—, supongo que podemos empezar de cero, si quieres. ¿Nos tomamos un café y hablamos tranquilamente? Creo que aquí hemos llamado ya suficientemente la atención.
Eri asintió ante su petición, la verdad es que lo mejor era continuar con aquella conversación en otra parte donde la gente no se parase a ver el espectáculo que había montado en un momento. Sabía que lo que había hecho levantaría ligeramente un revuelo, pero tampoco le apetecía ser el centro de atención de la calle por ello.
—Claro, aquí conocí a Ayame, así que si quieres podemos ir al lugar donde normalmente nos sentamos a descansar, es una cafetería, creo recordar que se llamaba Teté —explicó, intentando hacer memoria—. Estará a unas calles de aquí, ¿lo conoces? —preguntó, a lo mejor si él lo conocía podrían ir sin problema, aunque también estaba abierta a otras opciones.
Eri asintió ante su petición, la verdad es que lo mejor era continuar con aquella conversación en otra parte donde la gente no se parase a ver el espectáculo que había montado en un momento. Sabía que lo que había hecho levantaría ligeramente un revuelo, pero tampoco le apetecía ser el centro de atención de la calle por ello.
—Claro, aquí conocí a Ayame, así que si quieres podemos ir al lugar donde normalmente nos sentamos a descansar, es una cafetería, creo recordar que se llamaba Teté —explicó, intentando hacer memoria—. Estará a unas calles de aquí, ¿lo conoces? —preguntó, a lo mejor si él lo conocía podrían ir sin problema, aunque también estaba abierta a otras opciones.