23/02/2019, 19:41
«Bien, vale. Quizás si voy a ese sitio comprenda un poco por qué Ayame estuvo tan interesada en hacer las paces con ella. Al menos ha empezado bien: reconociendo claramente que tuvo culpa», pensó Daruu. Se cruzó de brazos y volvió a mirar para otro lado.
—No, no lo conozco, aunque... tiene un nombre bastante gracioso. —Sonrió—. Tendrás que guiarme hasta allí, lo siento. —Se encogió de hombros. «Eso si no me guía a una trampa»—. Mi madre tiene una cafetería muy buena. No creo que eso suceda, pero puedo invitarte a algo si alguna vez tienes que pasar el día en Amegakure. —Se encogió de hombros de nuevo.
—No, no lo conozco, aunque... tiene un nombre bastante gracioso. —Sonrió—. Tendrás que guiarme hasta allí, lo siento. —Se encogió de hombros. «Eso si no me guía a una trampa»—. Mi madre tiene una cafetería muy buena. No creo que eso suceda, pero puedo invitarte a algo si alguna vez tienes que pasar el día en Amegakure. —Se encogió de hombros de nuevo.