19/10/2015, 16:23
Blame, a su lado, suspiró como si le diera pereza escuchar las palabras de Daruu. Éste, que se dio cuenta, arqueó una ceja y giró la vista hacia él, sorprendido por la reacción de rechazo e interesado por lo que tenía que añadir.
El albino dijo que cada uno tiene su perspectiva, así como sus objetivos. Para él, darle ese color al mundo no tenía sentido. Las cosas eran como eran. Él buscaba otras ambiciones.
Lo dijo como si le estuviesen escupiendo a la cara. El chaval simpático que le había ofrecido pizza ya no existía. El ambiente se había vuelto cargado, y a Daruu le pasó un escalofrío por la columna. Se reincorporó un poco, ya no recostado sino sentado. No hostil, pero tampoco en camaradería. No echado hacia atrás, sino echado hacia adelante, por si tenía que levantarse para escapar, o por si tenía que levantarse para pelear.
Y entre todo el mar de mala espina y presentimientos negativos rompió una ola de molestia para quien acababa de despreciar su voluntad de ayudar a los demás.
—¿Y qué ambiciones buscas tú en ese mundo gris que te pintas? —casi escupió él también.
El albino dijo que cada uno tiene su perspectiva, así como sus objetivos. Para él, darle ese color al mundo no tenía sentido. Las cosas eran como eran. Él buscaba otras ambiciones.
Lo dijo como si le estuviesen escupiendo a la cara. El chaval simpático que le había ofrecido pizza ya no existía. El ambiente se había vuelto cargado, y a Daruu le pasó un escalofrío por la columna. Se reincorporó un poco, ya no recostado sino sentado. No hostil, pero tampoco en camaradería. No echado hacia atrás, sino echado hacia adelante, por si tenía que levantarse para escapar, o por si tenía que levantarse para pelear.
Y entre todo el mar de mala espina y presentimientos negativos rompió una ola de molestia para quien acababa de despreciar su voluntad de ayudar a los demás.
—¿Y qué ambiciones buscas tú en ese mundo gris que te pintas? —casi escupió él también.