27/02/2019, 13:23
Donde Daruu era el que pedía, ahora Ayame era la que tiraba. A la muchacha no le hizo falta demasiado esfuerzo para que Daruu, por su propio pie, corriese detrás de ella hasta el puesto de algodón de azucar. Los había de dos colores, y como Daruu conocía a Ayame muy pero que muy bien, se adelantó y pidió uno rosa y uno azul. Para ella.
Unos minutos después, ambos caminaban felices, cogidos de la mano, degustando aquella chuchería de Notsuba como críos.
—Es como morder... aumpf. —Le dio un bocado a su algodón—. Ef jomo mozded ufa nufe. —Tragó—. Pero cuando la masticas se convierte en dulzor puro. ¡Está buenísimo!
Unos minutos después, ambos caminaban felices, cogidos de la mano, degustando aquella chuchería de Notsuba como críos.
—Es como morder... aumpf. —Le dio un bocado a su algodón—. Ef jomo mozded ufa nufe. —Tragó—. Pero cuando la masticas se convierte en dulzor puro. ¡Está buenísimo!
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)