2/03/2019, 17:20
Susanoo devoró a Eikyuu Juro, tragándoselo y zarandeándolo en su interior. Lo escupió sobre la colina, donde el marionetista se llevó un golpe decente. Rodó pendiente abajo, y cuando llegó abajo, tosió, y se levantó con dificultad.
— Eso fue un buen golpe, tengo que admitirlo — Sonrió con tristeza. Era consciente de que ni con su técnica más poderosa podía igualar algo tan potente. Estaba acabado.
—Gracias por el reconocimiento —contestó Daruu, y le dedicó una corta reverencia—. Vamos, Juro-san. ¿Eso es todo lo que tiene que ofrecer un jounin? Entonces más vale que vayan sacándole brillo a mi placa —rió, volviendo a dar donde más dolía.
Pero Juro no se amedrentaría y, tomando aire de nuevo, ejecutó una nueva técnica de Fuuton. Una muy interesante, que envolvió el campo de batalla en una polvareda gigantesca. «Ajá, por fin te pones a luchar en serio». Daruu saltó hacia atrás, cubriéndose los ojos con el antebrazo derecho, y salió de la nube de humo. Con un nuevo salto bajo, se alejó a aproximadamente cuatro metros del límite, y adoptó una posición defensiva.
—¡Vamos, vamos Juro! ¡Tienes que hacerte más fuerte! ¡Si no, te vas a poner en bandeja de plata ante Kurama! —Le jodía admitirlo, pero en realidad era un advertencia seria. Casi había despachado a Juro con una sola técnica. ¡Era el jinchuuriki de Kusagakure! En cualquier momento, los Generales podían aparecer, y entonces tendrían un serio problema.
— Eso fue un buen golpe, tengo que admitirlo — Sonrió con tristeza. Era consciente de que ni con su técnica más poderosa podía igualar algo tan potente. Estaba acabado.
—Gracias por el reconocimiento —contestó Daruu, y le dedicó una corta reverencia—. Vamos, Juro-san. ¿Eso es todo lo que tiene que ofrecer un jounin? Entonces más vale que vayan sacándole brillo a mi placa —rió, volviendo a dar donde más dolía.
Pero Juro no se amedrentaría y, tomando aire de nuevo, ejecutó una nueva técnica de Fuuton. Una muy interesante, que envolvió el campo de batalla en una polvareda gigantesca. «Ajá, por fin te pones a luchar en serio». Daruu saltó hacia atrás, cubriéndose los ojos con el antebrazo derecho, y salió de la nube de humo. Con un nuevo salto bajo, se alejó a aproximadamente cuatro metros del límite, y adoptó una posición defensiva.
—¡Vamos, vamos Juro! ¡Tienes que hacerte más fuerte! ¡Si no, te vas a poner en bandeja de plata ante Kurama! —Le jodía admitirlo, pero en realidad era un advertencia seria. Casi había despachado a Juro con una sola técnica. ¡Era el jinchuuriki de Kusagakure! En cualquier momento, los Generales podían aparecer, y entonces tendrían un serio problema.