4/03/2019, 12:52
Daruu se quedó boquiabierto, e inmediatamente cogió uno de los dulces. Le dio un bocado.
—Vafya, af finaf foy a tenef que retifaf lo que penfafa de efia —articuló con dificultad. Tragó—. Oye, Eri, esto... gracias por ser como eres.
Daruu apartó la mirada y la fijó en la ventana, avergonzado. Una parte de él seguía desconfiando de Uzumaki Eri, pero hasta el más tozudo de los tozudos reconocería a aquellas alturas que la muchacha se estaba ganando el perdón definitivo.
—Crisis de estado aparte —dijo—. Me quedé con ganas de participar en los combates del examen. Siempre me interesa ver qué técnicas usa cada uno.
»Además, ahora que no tengo el Byakugan... —Quería probarse a sí mismo.
—Vafya, af finaf foy a tenef que retifaf lo que penfafa de efia —articuló con dificultad. Tragó—. Oye, Eri, esto... gracias por ser como eres.
Daruu apartó la mirada y la fijó en la ventana, avergonzado. Una parte de él seguía desconfiando de Uzumaki Eri, pero hasta el más tozudo de los tozudos reconocería a aquellas alturas que la muchacha se estaba ganando el perdón definitivo.
—Crisis de estado aparte —dijo—. Me quedé con ganas de participar en los combates del examen. Siempre me interesa ver qué técnicas usa cada uno.
»Además, ahora que no tengo el Byakugan... —Quería probarse a sí mismo.