6/03/2019, 19:57
(Última modificación: 6/03/2019, 19:58 por Aotsuki Ayame.)
Cuando el camarero terminó de anotar los pedidos de los dos muchachos y se alejó de camino hacia las cocinas, Daruu apoyó la mejilla en una mano y Ayame le escuchó murmurar:
—¿Debería haberme pedido la margarita al final?
«Sí, corre, llámale para cambiar tu pedido.» Respondió Ayame para sus adentros, recordando el gesto frustrado del pobre trabajador. Apenas capaz de contener la risa por más tiempo.
Pocos minutos después les sirvieron una botella grande de agua y Daruu se adelantó para servirla en las dos copas.
—E-entonces... ¿te lo estás p-pasando bien? —tartamudeó, visiblemente nervioso—. Ya sabes, no hemos hecho casi vida de novios, y me apetecía... creo que está saliendo b-bien, ¿no?
—¡Claro que me lo estoy pasando bien! —exclamó ella en respuesta, antes de tomar la copa entre sus manos—. Es una lástima que el primer día ya esté terminando... —añadió, con una sonrisa más triste.
—¿No te llenan mucho los espaguetis de noche?
—Oh, ¿ahora te vas a convertir en mi padre? —se burló ella, mientras deslizaba el dedo índice por el borde de la copa, siguiendo su recorrido—. Supongo que casi tanto como a ti la pizza —rio.
Ayame recordó algo de repente y se sumió en un tenso silencio que duró varios largos minutos. Al final, apoyó la barbilla en la palma de la mano y habló, incapaz de contenerse por más tiempo. Tenía la mirada perdida más allá de las ventanas.
—Poco después de regresar a Amegakure formalicé una petición a Yui-sama para que me permitiera realizar el examen de Chūnin de nuevo... pero aún no he recibido una respuesta. ¿Crees... crees que no me considera digna por todo lo que ha pasado?
—¿Debería haberme pedido la margarita al final?
«Sí, corre, llámale para cambiar tu pedido.» Respondió Ayame para sus adentros, recordando el gesto frustrado del pobre trabajador. Apenas capaz de contener la risa por más tiempo.
Pocos minutos después les sirvieron una botella grande de agua y Daruu se adelantó para servirla en las dos copas.
—E-entonces... ¿te lo estás p-pasando bien? —tartamudeó, visiblemente nervioso—. Ya sabes, no hemos hecho casi vida de novios, y me apetecía... creo que está saliendo b-bien, ¿no?
—¡Claro que me lo estoy pasando bien! —exclamó ella en respuesta, antes de tomar la copa entre sus manos—. Es una lástima que el primer día ya esté terminando... —añadió, con una sonrisa más triste.
—¿No te llenan mucho los espaguetis de noche?
—Oh, ¿ahora te vas a convertir en mi padre? —se burló ella, mientras deslizaba el dedo índice por el borde de la copa, siguiendo su recorrido—. Supongo que casi tanto como a ti la pizza —rio.
Ayame recordó algo de repente y se sumió en un tenso silencio que duró varios largos minutos. Al final, apoyó la barbilla en la palma de la mano y habló, incapaz de contenerse por más tiempo. Tenía la mirada perdida más allá de las ventanas.
—Poco después de regresar a Amegakure formalicé una petición a Yui-sama para que me permitiera realizar el examen de Chūnin de nuevo... pero aún no he recibido una respuesta. ¿Crees... crees que no me considera digna por todo lo que ha pasado?