23/03/2019, 20:21
Kokuo parecía tan sorprendida como él, aunque su forma de manifestarla fue otra muy distinta. Daruu, poco a poco, brazó el brazo y cerró la boca, pero cogió las manos nerviosamente, mirando a ambos lados. Por supuesto, nadie iba a reconocer a Kokuo en aquella forma, pero... pero... Dioses, qué complicado era el mundo. Y qué surrealista la escena que le había tocado vivir. Allí, Ayame y Kokuo conversaban sobre la técnica que había inventado la última. Evidentemente, Kokuo no estaba contenta por adoptar una forma humana. La otra se sentía ofendida porque se había esforzado mucho, y todo para ayudarla.
Incluso sabiendo que era un simple Kage Bunshin, Daruu no pudo evitar sentirse de nuevo una hormiguita al lado de la presencia del bijuu. Aún recordaba muy bien las sensaciones que tuvo al pelear con ella, y no eran agradables. Probablemente ni siquiera se hubiera atrevido —o eso, al menos, pensaba él. La realidad era muy distinta porque existen múltiples motivaciones, pero creo que me estoy adelantando a los acontecimientos—; sólo lo hizo porque Ayame estaba en peligro.
Fue entonces cuando se dio cuenta, cuando Kokuo lo insinuó, de que el bijuu había presenciado todo lo de la noche anterior.
Entonces todo se fue a la puta. Ni un bijuu ni su puta madre.
Daruu se lanzó a por ella con el puño en ristre.
—¡¡ESO ES ALGO PRIVADO, GILIPOLLAS!!
Incluso sabiendo que era un simple Kage Bunshin, Daruu no pudo evitar sentirse de nuevo una hormiguita al lado de la presencia del bijuu. Aún recordaba muy bien las sensaciones que tuvo al pelear con ella, y no eran agradables. Probablemente ni siquiera se hubiera atrevido —o eso, al menos, pensaba él. La realidad era muy distinta porque existen múltiples motivaciones, pero creo que me estoy adelantando a los acontecimientos—; sólo lo hizo porque Ayame estaba en peligro.
Fue entonces cuando se dio cuenta, cuando Kokuo lo insinuó, de que el bijuu había presenciado todo lo de la noche anterior.
Entonces todo se fue a la puta. Ni un bijuu ni su puta madre.
Daruu se lanzó a por ella con el puño en ristre.
—¡¡ESO ES ALGO PRIVADO, GILIPOLLAS!!