23/03/2019, 21:22
Comadreja iba asintiendo ante la información obtenida por Kaido. No era mucha, pero al menos tenían ya a un guardia que les ayudaría a colarse en la prisión, así como a moverse por allí. Eso era bueno, muy bueno.
—Pues yo averigüé mis cosillas también… —dijo con una sonrisilla, sacando pecho y pavoneándose por sus logros. Tenía las mejillas encendidas y balbuceaba un poco con ciertas palabras—. La prisión tiene un curioso método para mantener a raya a sus presos, ¿sabías? Ellos le llaman el silbato corrector. Porque cuando un preso se pasa de listo, ellos silban y le corrigen. ¡Como si fuesen niños de parvulario, vamos!
Rio con fuerza, en esa carcajada tonta que nace más del alcohol que te inunda las venas que por la gracia en sí del chiste.
—Sí, sí. Ellos colocan una cosa en cada preso. Algún tipo de jutsu raro, no me preguntes el nombre porque no se acuerda ni su creador de él. Entonces, cada vez que tocas ese silbato especial que ellos tienen, tú oyes… Pues eso, un silbido. ¿Inofensivo, verdad? ¡Ja! No para los presos. A los presos se les activa ese cosa que tienen puesta y se retuercen como si les estuviesen abrasando con aceite hirviendo.
»Eso me recordó a ti, Muñeca. A lo que le hiciste a aquel soldado en el palacio de Gabbra Takuya.
Muñeca se limitó a fruncir el ceño y a farfullar algo ininteligible.
—Pues yo averigüé mis cosillas también… —dijo con una sonrisilla, sacando pecho y pavoneándose por sus logros. Tenía las mejillas encendidas y balbuceaba un poco con ciertas palabras—. La prisión tiene un curioso método para mantener a raya a sus presos, ¿sabías? Ellos le llaman el silbato corrector. Porque cuando un preso se pasa de listo, ellos silban y le corrigen. ¡Como si fuesen niños de parvulario, vamos!
Rio con fuerza, en esa carcajada tonta que nace más del alcohol que te inunda las venas que por la gracia en sí del chiste.
—Sí, sí. Ellos colocan una cosa en cada preso. Algún tipo de jutsu raro, no me preguntes el nombre porque no se acuerda ni su creador de él. Entonces, cada vez que tocas ese silbato especial que ellos tienen, tú oyes… Pues eso, un silbido. ¿Inofensivo, verdad? ¡Ja! No para los presos. A los presos se les activa ese cosa que tienen puesta y se retuercen como si les estuviesen abrasando con aceite hirviendo.
»Eso me recordó a ti, Muñeca. A lo que le hiciste a aquel soldado en el palacio de Gabbra Takuya.
Muñeca se limitó a fruncir el ceño y a farfullar algo ininteligible.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado