24/03/2019, 00:14
(Última modificación: 24/03/2019, 03:40 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
El recién adquirido Dragón Rojo no respondió de inmediato. Tuvo que meditar aquella información. ¿Nivel dos? ¿hablaba en serio? pensaba que a un hombre como Zaide le tendrían en el último nivel.
Pensar que para cualquier otro aquello sería una buena noticia. Para Kaido, no. ¿Por qué? porque eso le decía que Zaide no era considerado un hombre tan peligroso como realmente era, y eso daba cierta ventaja a su favor. Le era incluso hasta conveniente, porque habría estado manteniendo el perfil bajo durante la forzada desintoxicación a la que se vio sometido. Aunque de parte y parte le sería mucho más sencillo llegar hasta ahí que al último piso.
—Bien. Solicito una reunión extraordinaria con alguno de vosotros al alba de Tsuchiyōbi. Si no establecemos contacto entonces —se hizo un silencio incómodo—. es que no hemos logrado salir de ahí con vida.
El gyojin era consciente del riesgo y lo había asumido con valentía. Morir había sido siempre una enorme posibilidad.
—Pregunta curiosa: ¿alguna novedad de mi cadáver? ¿lo han encontrado? —indagó, preocupado. ¿Por qué? porque a diferencia de lo que le había sugerido Kyūtsuki, no estaba haciendo mucho por no dejarse ver ahí afuera. Ya se había encontrado con dos uzujines y no les había matado a ninguno de los dos. En un principio porque creyó que la enemistad latente entre ambas aldeas y el odio mutuo que generó los enfrentamientos tras el examen de Chunin serían suficientes como para que su nombre fuera disuadido a la hora de alguna conversación entre ellos con sus antiguos camaradas. Para él no era una posibilidad. Así como no la era una reconciliación entre naciones. Pero todo en este mundo es posible, ¿verdad?
Pensar que para cualquier otro aquello sería una buena noticia. Para Kaido, no. ¿Por qué? porque eso le decía que Zaide no era considerado un hombre tan peligroso como realmente era, y eso daba cierta ventaja a su favor. Le era incluso hasta conveniente, porque habría estado manteniendo el perfil bajo durante la forzada desintoxicación a la que se vio sometido. Aunque de parte y parte le sería mucho más sencillo llegar hasta ahí que al último piso.
—Bien. Solicito una reunión extraordinaria con alguno de vosotros al alba de Tsuchiyōbi. Si no establecemos contacto entonces —se hizo un silencio incómodo—. es que no hemos logrado salir de ahí con vida.
El gyojin era consciente del riesgo y lo había asumido con valentía. Morir había sido siempre una enorme posibilidad.
—Pregunta curiosa: ¿alguna novedad de mi cadáver? ¿lo han encontrado? —indagó, preocupado. ¿Por qué? porque a diferencia de lo que le había sugerido Kyūtsuki, no estaba haciendo mucho por no dejarse ver ahí afuera. Ya se había encontrado con dos uzujines y no les había matado a ninguno de los dos. En un principio porque creyó que la enemistad latente entre ambas aldeas y el odio mutuo que generó los enfrentamientos tras el examen de Chunin serían suficientes como para que su nombre fuera disuadido a la hora de alguna conversación entre ellos con sus antiguos camaradas. Para él no era una posibilidad. Así como no la era una reconciliación entre naciones. Pero todo en este mundo es posible, ¿verdad?