24/03/2019, 03:54
Kaido agachó la cabeza, abatido y confuso.
¿Habían secuestrado a Ayame? ¿Pero quién, si no fue ninguna aldea enemiga? ¡Mierda! quería seguir exprimiendo información pero el líder cortó de raíz del asunto, pidiendo a su vez una confirmación clarísima de la muerte de Zaide.
Pero para eso, primero, tendría que encontrarlo. O no habría cabeza alguna que cortar.
Alba de Raiyōbi. Los primeros haces de luz atizaron su rostro, y le obligaron a despertar. Sus ojos aguamarina quedaron perdidos en el trecho de aquél cuartucho, mientras que en su mente, invadida nuevamente por la conciencia, afloraba el millón de cosas que tendría que tener en cuenta durante su próxima misión: estaba a punto de intentar asesinar a un Uchiha de mucha más experiencia que la suya, con una jodida cría que en cuanto tuviera la oportunidad, podría querer deshacerse de él —quedó convencido luego de que le vendiera a su padre—. y a la vez teniendo que cumplir con el encargo del noble. Era una situación jodidamente difícil, y un logro que estaba sólo al alcance de los grandes.
¿Lograría él serlo? ¿lograría convertirse en el titán que siempre soñó ser?
Pronto, queridos lectores, lo averiguaremos pronto. Muy pronto (II)
¿Habían secuestrado a Ayame? ¿Pero quién, si no fue ninguna aldea enemiga? ¡Mierda! quería seguir exprimiendo información pero el líder cortó de raíz del asunto, pidiendo a su vez una confirmación clarísima de la muerte de Zaide.
Pero para eso, primero, tendría que encontrarlo. O no habría cabeza alguna que cortar.
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Alba de Raiyōbi. Los primeros haces de luz atizaron su rostro, y le obligaron a despertar. Sus ojos aguamarina quedaron perdidos en el trecho de aquél cuartucho, mientras que en su mente, invadida nuevamente por la conciencia, afloraba el millón de cosas que tendría que tener en cuenta durante su próxima misión: estaba a punto de intentar asesinar a un Uchiha de mucha más experiencia que la suya, con una jodida cría que en cuanto tuviera la oportunidad, podría querer deshacerse de él —quedó convencido luego de que le vendiera a su padre—. y a la vez teniendo que cumplir con el encargo del noble. Era una situación jodidamente difícil, y un logro que estaba sólo al alcance de los grandes.
¿Lograría él serlo? ¿lograría convertirse en el titán que siempre soñó ser?
Pronto, queridos lectores, lo averiguaremos pronto. Muy pronto (II)