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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#10
Ayame esperaba, tan impaciente como recelosa: una presentación, indicaciones sobre lo que debía hacer... ¡cualquier cosa! Cuanto antes terminara con aquel numerito, antes podría volver a sumergirse y diluirse en el anonimato de la multitud. Sin embargo, Don Prodigio se había quedado mirándola como si acabara de ver a un fantasma. Detrás de ambos, los ayudantes abrieron sendos armarios para demostrarle al público que estaban completamente vacíos; y, justo cuando Ayame estaba a punto de preguntarle si ocurría algo, Don Prodigio pareció recuperar la compostura.

¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! —volvió a aullar, sobresaltándola—. ¡Querido público! ¡Ilustres asistentes! ¡Prepárense... Porque esto... Va... A... Comenzar!

Dos nuevas canicas estallaron contra el suelo del escenario, levantando sendas nubes de gas y chispas violetas. Ayame había vuelto a cruzar el brazo frente al rostro, pero eso no evitó que la primera bocanada de aire le arrancara un acceso de tos. Y ella no fue la única que se vio afectada, el propio Don Prodigio y sus dos ayudantes también estaban tosiendo.

Mediante la Teletransportación Cuántica de Vibrones Enlazados de Don Prodigio, enviaré a esta muchacha desde uno de los armarios al otro, en apenas un parpadeo... ¡De alguien que parpadee muy lentamente! —bromeó.

Pero Ayame había girado la cabeza para observar los dos armarios. Ambos estaban completamente huecos, vacíos de cualquier estantería. Eran perfectos para que ella cupiera en su interior pero... ¿De verdad Don Prodigio sería capaz de teletransportarla de uno a otro?

¡Ahora, por favor, si es tan amable la señorita, entre en el armario a mi izquierda!

S... sí —asintió ella, girando sobre sus talones.

Siguiendo las indicaciones de uno de los ayudantes, Ayame se metió en el armario indicado. Lo hizo con tiento y mucho cuidado, como si temiera que el armario se fuera a hundir sobre ella o que el suelo bajo sus pies fuera a desaparecer. Quién le diría que no andaba muy desencaminada. La puerta se cerró, sumiéndola en una suave oscuridad que le hizo contener la respiración, con el corazón palpitándole con fuerza.

¡Así es, así es! ¡Abran bien los ojos, porque están a punto de presenciar el poder de las magias arcanas que se han convocado aquí! —escuchaba la enlatada voz de Don Prodigio a través de la puerta.

Y entonces sintió el suelo agitarse bajo sus pies. Antes de que pudiera hacer nada por evitarlo, se la tragó. Ayame ahogó una exclamación de sorpresa, pero la caída apenas duró un instante. Ni siquiera tuvo que licuar su cuerpo.

Q... ¿Qué...? —farfulló, presa del pánico. No le hizo más que un simple vistazo para saber que se encontraba en la parte baja del escenario. Junto a ella había una chica de piel muy bronceada y ojos que brillaban como el fuego. La saludó con una sonrisa, en completo silencio, y entonces le indicó con un gesto que se colocara en cierta posición: bajo la trampilla del otro armario. Todo hizo encajó entonces en su mente—. Así que las fuerzas místicas del Arcano y el éter... —repitió en voz baja, con una risilla.

Pero aún así decidió seguirles el juego. Se colocó donde la otra joven le había indicado, pero pronto se encontraron con un problema.

Mierda, ¡coño! Está atrancada. ¿Por qué está atrancada? Le dije a ese bobo de Kuma que la arreglase, ¿¡por qué está atrancada!? —mascullaba, presa del pánico. Pero enseguida retomó la postura, tratando de serenarse—. Mierda, joder. ¿Qué demonios hacemos ahora? Dioses, si este número vuelve a salir mal...

Espera —le susurró Ayame, haciéndola a un lado para intentarlo ella misma.

Estaba claro que la trampilla por la que debía subir estaba atrancada. Chasqueó la lengua, irritada. Si no estuviera por encima de su cabeza, podría colarse por las hendiduras que dejaban la abertura. Pero ni siendo el Agua podía desafiar las leyes de la gravedad. Por eso, acumuló el agua en un brazo, hipertrofiándolo de manera casi monstruosa, y con su nueva fuerza trató de tirar de la trampilla, pero con cuidado para no terminar arrancándola de cuajo.


¤ Suiton: Gōsuiwan no Jutsu
¤ Elemento Agua: Técnica del Gran Brazo de Agua
- Tipo: Ofensivo
- Rango: C
- Requisitos:
  • Hōzuki 25
  • Suika no Jutsu
- Gastos: 18 CK
- Daños: Golpe físico o del arma + 30 PV
- Efectos adicionales: -
- Sellos: -
- Velocidad: Moderada
- Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Usando la técnica de la hidratación, el usuario es capaz de concentrar una gran masa de agua en el interior de sus músculos aumentando el tamaño y la fuerza de una extremidad. La humedad es recogida en todo el cuerpo y se comprime en una sola extremidad en un sólo instante. Sin embargo, dado que es esencial controlar apropiadamente el equilibrio de humedad en el interior del cuerpo, el grado de dificultad de esta técnica es muy elevado. La técnica proporciona al usuario una fuerza sobrehumana, capaz de atravesar paredes de roca y derribar puertas de acero.

Alterador (Suiton: Gōsuiwan no Jutsu - Elemento Agua: Técnica del Brazo Fuerte de Agua): A cambio de impedir la regeneración de chakra, el usuario es capaz de mantener en el tiempo el agua concentrada en uno de sus brazos. De esta manera, en lugar de utilizar esta técnica para golpear, aumentará la Fuerza del usuario en 15 puntos y podrá ser utilizada para acciones que requieran de fuerza bruta (como empujar objetos pesados, levantarlos, etc). Está técnica sólo podrá mantenerse activa como máximo un número de turnos igual a Aguante/10 (nunca pasando de los 5 turnos). En caso de golpear, la técnica se deshará como normalmente lo haría y deberá pagarse su coste para iniciarla de nuevo.


Fuerza: 50
+15

Resistencia: 35
Aguante: 40
Agilidad: 80
Destreza: 50
Poder: 60
Inteligencia: 50
Carisma: 40
Voluntad: 40
• [Percepción]: 80
[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
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Mensajes en este tema
RE: ¡Don Prodigio y su compañía están en la ciudad! - por Aotsuki Ayame - 25/03/2019, 16:12


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