25/03/2019, 20:01
Daruu asintió.
—Prueba primero con un rastro fresco que puedas ver, es más fácil imaginarte a ti misma en un punto que estás siguiendo con la mirada —explicó—. Con una simple gota basta.
Dicho esto, tiró de portaobjetos. Sacó un kunai, se pinchó delicadamente en un lateral de la mano y lo lanzó hacia adelante.
—Ahora hago los sellos, y me visualizo a mí mismo en el punto donde está el kunai.
Carnero, Mono, Perro, Pájaro, Jabalí... Palmada.
Cuando Daruu juntó las manos, desapareció tras un destello rojizo, del color de la sangre. Al mismo tiempo, donde había estado el kunai, una nube de humo estalló, similar —cumpliendo las expectativas— a las que uno vería cuando un shinobi invoca animales de una familia ninja. Cuando la nube de humo se disipó, Daruu se reveló dándole vueltas al kunai con el dedo metido dentro de la anilla.
—No es fácil. No te frustres si no consigues hacerlo medianamente bien en semanas.
—Prueba primero con un rastro fresco que puedas ver, es más fácil imaginarte a ti misma en un punto que estás siguiendo con la mirada —explicó—. Con una simple gota basta.
Dicho esto, tiró de portaobjetos. Sacó un kunai, se pinchó delicadamente en un lateral de la mano y lo lanzó hacia adelante.
—Ahora hago los sellos, y me visualizo a mí mismo en el punto donde está el kunai.
Carnero, Mono, Perro, Pájaro, Jabalí... Palmada.
Cuando Daruu juntó las manos, desapareció tras un destello rojizo, del color de la sangre. Al mismo tiempo, donde había estado el kunai, una nube de humo estalló, similar —cumpliendo las expectativas— a las que uno vería cuando un shinobi invoca animales de una familia ninja. Cuando la nube de humo se disipó, Daruu se reveló dándole vueltas al kunai con el dedo metido dentro de la anilla.
—No es fácil. No te frustres si no consigues hacerlo medianamente bien en semanas.