27/03/2019, 12:19
(Última modificación: 27/03/2019, 12:19 por Amedama Daruu.)
Daruu estaba en la cocina. De hecho, Juro escuchó lo que parecía ser a todas luces la puerta de una nevera cerrándose. Daruu apareció por el marco de la puerta con dos latas de refresco con una etiqueta que ponía Ame-Cola. Le tendió una a Juro.
—Estamos en Yachi, un poquito al sur de donde hemos peleado —dijo. Abrió el refresco, que emitió un chasquido, y bebió un poco—. Ahh. Qué buena. Pues a ver, es una cabaña que mi familia usa como casa de vacaciones. Es un sitio tranquilo, al fondo del acantilado. Mira qué bonito. —Daruu se adelantó unos pasos hasta la puerta y la abrió. Salió afuera. Allí había una explanada de hierba verde que se extendía unos diez o quince metros. Estaban, en efecto en el fondo del Gran Acantilado de Yachi. Bordeando a la explanada de la cabaña estaba el ríó, que discurría tranquilo con un runrún relajante—. En serio, Juro. Ponte cómodo. Aquí estamos bien, y te voy a hacer una pizza que vas a cagar del gusto.
—Estamos en Yachi, un poquito al sur de donde hemos peleado —dijo. Abrió el refresco, que emitió un chasquido, y bebió un poco—. Ahh. Qué buena. Pues a ver, es una cabaña que mi familia usa como casa de vacaciones. Es un sitio tranquilo, al fondo del acantilado. Mira qué bonito. —Daruu se adelantó unos pasos hasta la puerta y la abrió. Salió afuera. Allí había una explanada de hierba verde que se extendía unos diez o quince metros. Estaban, en efecto en el fondo del Gran Acantilado de Yachi. Bordeando a la explanada de la cabaña estaba el ríó, que discurría tranquilo con un runrún relajante—. En serio, Juro. Ponte cómodo. Aquí estamos bien, y te voy a hacer una pizza que vas a cagar del gusto.