27/03/2019, 13:57
Algo estaba fallando. Por mucho que trataba de lograrlo, parecía que Ranko estaba cada vez más nerviosa y, por mucho que tratase de tranquilizarla, lo que lograba era justo lo contrario. El color de su piel había mutado a un carmesí intenso denotando que estaba por morirse de vergüenza. No pude evitar sentirme algo mal ante aquello.
—Yo…
La chica había cerrado los ojos, preparándose para decir algo que al parecer era de suma importancia para ella.
. Esto es… cal… Esto es calmado. Para mí. L-lo siento. M-m-me disculpo. Por ello. Me… Mi esp… Lo que yo entreno es… Taijutsu. Mi cuerpo es… Mi cuerpo es fuerte. Mi mente… No lo es.
Se había dispuesto a seguir con una formal presentación, mostrando sus credenciales como kunoichi. Tampoco es que me extrañase lo que me había dicho. Eran ya unos cuantos los ninjas que conocía en la hierba que hacían gala de un envidiable taijutsu. Pero ella parecía frágil y hasta cierto punto, era sorprendente.
— Taijutsu, ¿eh? te llevarías bien con un buen amigo, él también es bueno con esto de dar puñetazos — lógicamente estaba pensando en Daigo, el peliverde descerebrado — a mí no se me da mal del todo pero... bueno, digamos que lo mío es más bien el ninjutsu, de hecho soy capaz de hacer jutsus para combinarlo con el taijutsu y hacer nintaijutsu
¿Me estaba olvidando de algo?
— ¡Ah, sí! Creo que mi punto débil también es mi mente así que no somos tan distintos
— Oye, tío, ¿estás intentando ligartela? — añadió la araña, con una clara picardia.
— ¿Eh? ¡qué dices! q-qué va...
—Yo…
La chica había cerrado los ojos, preparándose para decir algo que al parecer era de suma importancia para ella.
. Esto es… cal… Esto es calmado. Para mí. L-lo siento. M-m-me disculpo. Por ello. Me… Mi esp… Lo que yo entreno es… Taijutsu. Mi cuerpo es… Mi cuerpo es fuerte. Mi mente… No lo es.
Se había dispuesto a seguir con una formal presentación, mostrando sus credenciales como kunoichi. Tampoco es que me extrañase lo que me había dicho. Eran ya unos cuantos los ninjas que conocía en la hierba que hacían gala de un envidiable taijutsu. Pero ella parecía frágil y hasta cierto punto, era sorprendente.
— Taijutsu, ¿eh? te llevarías bien con un buen amigo, él también es bueno con esto de dar puñetazos — lógicamente estaba pensando en Daigo, el peliverde descerebrado — a mí no se me da mal del todo pero... bueno, digamos que lo mío es más bien el ninjutsu, de hecho soy capaz de hacer jutsus para combinarlo con el taijutsu y hacer nintaijutsu
¿Me estaba olvidando de algo?
— ¡Ah, sí! Creo que mi punto débil también es mi mente así que no somos tan distintos
— Oye, tío, ¿estás intentando ligartela? — añadió la araña, con una clara picardia.
— ¿Eh? ¡qué dices! q-qué va...
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa