1/04/2019, 09:56
Kokuo, sin embargo, se tomó las exclamaciones entre risas de Daruu como algo literal que no entendió. Daruu se levantó, sacudiéndose la ropa. «Menos mal que eres tú la del sentido del humor...», pensó, y también pensó, fascinado y con algo de vértigo, que tenía delante a alguien que había conocido a Rikudo-sennin, el sabio de los Seis Caminos. Estuvo a punto de preguntarle a Kokuo como era, ilusionado, pero la Cinco Colas se desvaneció en una pequeña nubecilla de humo. «¡Mierda!»
Daruu suspiró y se acercó a Ayame.
—Bueno, ¿por dónde nos habíamos quedado? —preguntó la muchacha.
—Pues si os habéis cansado de jugar con mis sentimientos con tu técnica —dijo, cruzándose de brazo y apartando una mirada ofendida—, creo que estabas por enseñármela, ¿no?
Daruu suspiró y se acercó a Ayame.
—Bueno, ¿por dónde nos habíamos quedado? —preguntó la muchacha.
—Pues si os habéis cansado de jugar con mis sentimientos con tu técnica —dijo, cruzándose de brazo y apartando una mirada ofendida—, creo que estabas por enseñármela, ¿no?
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)