2/04/2019, 01:16
—Te alcanzaré en cuanto pueda— correspondió las aclaraciones y continuó su camino al hotel.
Asobu chasqueó la lengua, molesto. Le irritaba la verdad.
No es que tuviera miedo de romper la jaula, no, le aterraba. El problema no era tanto la jaula, sino el carcelero. Odiaba mucho la jaula, pero el pánico al guardia le abrumaba de tal manera, que era preferible morir ahí mismo que tener que encarar la furia del amo.
—Qué fácil es hablar desde la ignorancia.
***
Asobu chasqueó la lengua, molesto. Le irritaba la verdad.
No es que tuviera miedo de romper la jaula, no, le aterraba. El problema no era tanto la jaula, sino el carcelero. Odiaba mucho la jaula, pero el pánico al guardia le abrumaba de tal manera, que era preferible morir ahí mismo que tener que encarar la furia del amo.
—Qué fácil es hablar desde la ignorancia.