9/04/2019, 03:48
El muchacho, se mantenía calmado, aunque le incomodaba lo entrometido que resultó ser el Uchiha con aquella pregunta tan directa. "Bueno, de todos modos iba a enterarse mañana." Le dio otro sorbo a su bebida antes de girarse sobre el taburete. Si había llegado con esa pregunta, es porque dudaba de él.
—Desde luego, aunque, probablemente Utage y Bandō no vayan a estar muy complacidos con eso— le dio otro trago al vaso y sonrío.
"Qué más da ya." Fue lo único que pensó antes de dejar su recipiente en la barra y pararse sobre el asiento de un salto.
—Perdón por no presentarme antes como debía— Hizo una burda reverencia, para luego posar de forma totalmente extravagante llevándose el brazo izquierdo atrás de la espalda, mientras con la mano diestra cubrió la mitad derecha de su rostro esbozando una sonrisa, rematando al intercalar una pierna delante de la otra. —Soy King Rōga~ Finalmente reveló su apellido, armado con su blancuzca sonrisa, aunque esta vez no había más presentes que el clon. Luego, simplemente se giró y se dejó caer de nuevo en el asiento como si nada hubiese ocurrido. —Se suponía que, mi trabajo era salvaguardar el tesoro del templo tal y cómo mi abuelo lo hizo durante estas décadas. Pero, luego de ver todos los problemas por los que están pasando estas personas con tal de resguardar sus tradiciones y su orgullo; decidí que este ciclo de mentiras de este pueblo sólo pueden ser finiquitados de una forma.
Su mirada estaba sobre su bebida, aunque no era posible divisar su reflejo dada la espuma.
»Voy a destruir a Báihū Zhāo.
Levantó el dedo, tratando de que Datsue no dijera nada o intentase reventarlo ahí mismo. Simplemente, se interrumpió con un sorbo asu bebida antes de proseguir.
—Me costó convencer a Homura, de que por mucho que estén arraigados a una creencia, no vale la pena proteger algo que sólo les acarrea miseria. Ella tenía sus dudas al inicio, y la entiendo. Sé mejor que nadie lo que es aferrarse a una tradición y al linaje de tus antepasados. Pero, ¿tanto cómo que le cueste la vida a su familia? Es un tesoro sepultado bajo un montón de tierra, que ningún beneficio está aportando a este pueblo. Si ni siquiera sus habitantes se acuerdan de su dios... Aunque, deberé hacerlo a espaldas de ricitos de oro, o si no causará problemas.
»Además, por lo que llegué a escuchar, creo que sólo yo seré capaz de destruirla.
Tomó una abandonada cuchara, la cuál por unos instantes se cubrió de electricidad antes de lanzarla a un blanco, ensartándose en el centro cómo si un cuchillo de tratase, quedando rodeada de los demás dardos.
—Desde luego, aunque, probablemente Utage y Bandō no vayan a estar muy complacidos con eso— le dio otro trago al vaso y sonrío.
"Qué más da ya." Fue lo único que pensó antes de dejar su recipiente en la barra y pararse sobre el asiento de un salto.
—Perdón por no presentarme antes como debía— Hizo una burda reverencia, para luego posar de forma totalmente extravagante llevándose el brazo izquierdo atrás de la espalda, mientras con la mano diestra cubrió la mitad derecha de su rostro esbozando una sonrisa, rematando al intercalar una pierna delante de la otra. —Soy King Rōga~ Finalmente reveló su apellido, armado con su blancuzca sonrisa, aunque esta vez no había más presentes que el clon. Luego, simplemente se giró y se dejó caer de nuevo en el asiento como si nada hubiese ocurrido. —Se suponía que, mi trabajo era salvaguardar el tesoro del templo tal y cómo mi abuelo lo hizo durante estas décadas. Pero, luego de ver todos los problemas por los que están pasando estas personas con tal de resguardar sus tradiciones y su orgullo; decidí que este ciclo de mentiras de este pueblo sólo pueden ser finiquitados de una forma.
Su mirada estaba sobre su bebida, aunque no era posible divisar su reflejo dada la espuma.
»Voy a destruir a Báihū Zhāo.
Levantó el dedo, tratando de que Datsue no dijera nada o intentase reventarlo ahí mismo. Simplemente, se interrumpió con un sorbo asu bebida antes de proseguir.
—Me costó convencer a Homura, de que por mucho que estén arraigados a una creencia, no vale la pena proteger algo que sólo les acarrea miseria. Ella tenía sus dudas al inicio, y la entiendo. Sé mejor que nadie lo que es aferrarse a una tradición y al linaje de tus antepasados. Pero, ¿tanto cómo que le cueste la vida a su familia? Es un tesoro sepultado bajo un montón de tierra, que ningún beneficio está aportando a este pueblo. Si ni siquiera sus habitantes se acuerdan de su dios... Aunque, deberé hacerlo a espaldas de ricitos de oro, o si no causará problemas.
»Además, por lo que llegué a escuchar, creo que sólo yo seré capaz de destruirla.
Tomó una abandonada cuchara, la cuál por unos instantes se cubrió de electricidad antes de lanzarla a un blanco, ensartándose en el centro cómo si un cuchillo de tratase, quedando rodeada de los demás dardos.