9/04/2019, 21:32
El gato se quedó ahí, colgado como un saco, maullando lastimosamente mientras Ayame le reprendía. Se quedó mirándola con ojitos tiernos unos segundos, y luego pronunció, más lento pero igual de mal:
—Le nyan. Sacado. Los nyojos. a un nyi...nyo.
—Le nyan. Sacado. Los nyojos. a un nyi...nyo.