29/10/2015, 17:03
Independientemente de las reacciones o respuestas del chico, Ritsuko ya había dejado a un lado su alegría innata e incluso había dejado de jugar con su cabello, iba a retirarse sin ningún motivo aparente porque llevaba en claro que estaba siendo subestimada nuevamente, o tal vez considerada loca nuevamente y si bien, no le molestaba directamente, no le interesaba quedarse a escuchar insultos y demás.
En eso, el shinobi con el que se estaba entreteniendo decidió en cierta manera seguirla, no parecía estar dispuesto a dejar que ella se retirase sin más, probablemente para dejar alguna cosa en claro y ya. ~ ¿Soy gnorante...? ~ Se preguntó a si misma mientras miraba al chico de reojo, pero no se atrevió a interrumpirle hasta que terminó de hablar.
~ ¿Y tú qué piensas mamá...? ~ Preguntó en su cabeza sin recibir ningún tipo de respuesta, por lo que tuvo que pensarse varias veces una respuesta coherente. - Estás solo y no entiendes, nadie que te explique y por ello te sientes fuera de lugar. Yo por mi parte estoy bien, soy feliz y lo sigo siendo pese a saber que la naturaleza del ser humano es buscar su felicidad propia a expensas de la ajena. - Dijo con completa seriedad y firmeza, mostrando lo convencida que estaba de sus ideas.
Un segundo después, metió su mano en su portaobjetos para sacar uno de sus baikunais y apuntarle al shinobi con este. - Si para llegar a ser felices hace falta matar a otro un humano se hará sin rechistar... - Sentenció finalmente para guardar nuevamente el baikunai con el que había 'amenazado' a su compañero.
Mientras la conversación seguía, la pelirroja suspiró para luego volver a mostrar su alegre sonrisa. - Y yo soy feliz. Sé lo que pretenden hacer las personas, sé que los shinobis tenemos que matar a otros para que no nos molesten o para ganarnos el sueldo y vivo bien con ello porque yo también quiero seguir siendo feliz. - Dijo con completa sinceridad mientras seguía la caminata.
En eso, el shinobi con el que se estaba entreteniendo decidió en cierta manera seguirla, no parecía estar dispuesto a dejar que ella se retirase sin más, probablemente para dejar alguna cosa en claro y ya. ~ ¿Soy gnorante...? ~ Se preguntó a si misma mientras miraba al chico de reojo, pero no se atrevió a interrumpirle hasta que terminó de hablar.
~ ¿Y tú qué piensas mamá...? ~ Preguntó en su cabeza sin recibir ningún tipo de respuesta, por lo que tuvo que pensarse varias veces una respuesta coherente. - Estás solo y no entiendes, nadie que te explique y por ello te sientes fuera de lugar. Yo por mi parte estoy bien, soy feliz y lo sigo siendo pese a saber que la naturaleza del ser humano es buscar su felicidad propia a expensas de la ajena. - Dijo con completa seriedad y firmeza, mostrando lo convencida que estaba de sus ideas.
Un segundo después, metió su mano en su portaobjetos para sacar uno de sus baikunais y apuntarle al shinobi con este. - Si para llegar a ser felices hace falta matar a otro un humano se hará sin rechistar... - Sentenció finalmente para guardar nuevamente el baikunai con el que había 'amenazado' a su compañero.
Mientras la conversación seguía, la pelirroja suspiró para luego volver a mostrar su alegre sonrisa. - Y yo soy feliz. Sé lo que pretenden hacer las personas, sé que los shinobis tenemos que matar a otros para que no nos molesten o para ganarnos el sueldo y vivo bien con ello porque yo también quiero seguir siendo feliz. - Dijo con completa sinceridad mientras seguía la caminata.