14/04/2019, 20:55
Datsue optó por tirar de la velocidad. Una jugada un tanto arriesgada, puesto que aunque lograría sacar buena ventaja respecto a las otras monturas, la suya propia probablemente iba a estar fatigada para cuando llegaran a la segunda zona, la zona de resistencia.
Pocos camellos habían optado por seguir esta estrategia, a sabiendas de que la constancia les rendiría mejor ya avanzada la carrera. En su lugar, muchos de los jinetes a caballo eran los que se estaban peleando a sus alrededores por rebasar y sacar ventaja antes de que perdieran el impulso en las dunas. Lo cierto era que por increíble que parezca, los camellos eran mucho más rápidos de lo que podría esperarse.
No tendría que preocuparse mucho, salvo por el ya mencionado Galante que corría cómo alma que llevaba el diablo. Era tal, que el Uchiha le habría perdido el rastro hace escasos minutos.
Homura desapareció de su vista también. ¿La habría dejado atrás? El rocín de ella era más un animal para salir a pasear al oasis, pero la pelirroja quizás tuviera algunos trucos bajo la manga.
El paraje estaba adornado con algunos riachuelos que llevaban la poca agua de las lluvias anteriores, percudidas en tierra, dándoles un aspecto sucio y de color café. Por ahora no eran un problema, pues podrías pasar encima sin más temor que el de enlodarte el pie. Digo por ahora, porque las nubes se arremolinaban en el cielo, oscureciendo el desierto ante un espectáculo que sólo una vez cada diez años serían capaces de ver.
Pocos camellos habían optado por seguir esta estrategia, a sabiendas de que la constancia les rendiría mejor ya avanzada la carrera. En su lugar, muchos de los jinetes a caballo eran los que se estaban peleando a sus alrededores por rebasar y sacar ventaja antes de que perdieran el impulso en las dunas. Lo cierto era que por increíble que parezca, los camellos eran mucho más rápidos de lo que podría esperarse.
No tendría que preocuparse mucho, salvo por el ya mencionado Galante que corría cómo alma que llevaba el diablo. Era tal, que el Uchiha le habría perdido el rastro hace escasos minutos.
Homura desapareció de su vista también. ¿La habría dejado atrás? El rocín de ella era más un animal para salir a pasear al oasis, pero la pelirroja quizás tuviera algunos trucos bajo la manga.
El paraje estaba adornado con algunos riachuelos que llevaban la poca agua de las lluvias anteriores, percudidas en tierra, dándoles un aspecto sucio y de color café. Por ahora no eran un problema, pues podrías pasar encima sin más temor que el de enlodarte el pie. Digo por ahora, porque las nubes se arremolinaban en el cielo, oscureciendo el desierto ante un espectáculo que sólo una vez cada diez años serían capaces de ver.