24/04/2019, 15:03
(Última modificación: 24/04/2019, 15:37 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Ebisu asintió con resignación, al menos el menor de los genin parecía estar en perfectas condiciones. «Además, si se ha graduado tan joven, debe ser un auténtico máquina. ¡Coño! Esta podría ser mi oportunidad para sacarme un alumno aventajado y fardar delante de esos cabrones que se reían de mí cuando Arashikage-sama me relegó al puesto de sensei...» Con aquellas renovadas aspiraciones, el chuunin se levantó de la mesa en un súbito impulso de energía para nada propio de él.
—¡Bien! —exclamó, alzando el brazo derecho con gesto triunfal—. Uh, oh, ah, sí, la misión... —recordó luego—. Bueno, a ver, hagamos algo... Primero ayúdame a llevar a Raitaro-san al hospital, debería verle un médico. La misión está solicitada para empezar hoy a mediodía, así que todavía tenemos tiempo. Esperemos que no se nos alargue el asunto de tu amigo el vegetal.
Ebisu rodeó la mesa para colocarse a la derecha de Raitaro, agarrándole un brazo y pasándoselo por encima de los hombros. Luego miró a Samidare con aquellos ojos tan comunes suyos.
—Venga va, ayúdame a levantarlo. El cabrón pesa un quintal.
—¡Bien! —exclamó, alzando el brazo derecho con gesto triunfal—. Uh, oh, ah, sí, la misión... —recordó luego—. Bueno, a ver, hagamos algo... Primero ayúdame a llevar a Raitaro-san al hospital, debería verle un médico. La misión está solicitada para empezar hoy a mediodía, así que todavía tenemos tiempo. Esperemos que no se nos alargue el asunto de tu amigo el vegetal.
Ebisu rodeó la mesa para colocarse a la derecha de Raitaro, agarrándole un brazo y pasándoselo por encima de los hombros. Luego miró a Samidare con aquellos ojos tan comunes suyos.
—Venga va, ayúdame a levantarlo. El cabrón pesa un quintal.