2/05/2019, 21:25
Afortunadamente, el chico entendió el sentir de Ranko, lo que le hizo soltar un suspiro de alivio. Kazuma sugirió entonces un número de opciones a llevar a cabo en lo que pensaba en su participación para el certamen secundario. Ranko asintió, pensativa.
”Por un lado, sí quisiera ir a algún taller, o pasear por los otros salones, ver si compro algo… ¡Pero hay demasiada gente! Por otro lado, sería bastante relajante regresar al jardín, pero ya estuvimos allí ¿qué más podríamos hacer? ¿Buscar inspiración, tal vez? Creo… Creo que no estoy lista para pasar tanto tiempo en una habitación tan abarrotada…”
—C-creo que preferiría regresar a-al jardín. Di-disculpe si es una… una molestia para Hanamura-san —Le dedicó una breve reverencia.
Se dispuso entonces a caminar a la estancia abierta donde habían estado hacía ya un rato. Cuando llegaron, el viento de invierno se hizo sentir de nuevo, trayendo vibras frías, pero renovantes. Al apenas entrar, Ranko tomó suavemente la manga de la vestimenta del chico para llamar su atención. Su voz, más pausada y queda que nunca antes, salió de entre sus labios como un furtivo hechizo.
—Creo que sí participaré en el certamen secundario.
Era un paso enorme para la chica. Uno que, a pesar de haberlo dicho, no sabría si cumpliría. El hecho de que fuese un concurso anónimo era el escudo casi perfecto para no tener que mostrarse. Respiró profundamente, como si el aire frío inspirara su corazón.
”Por un lado, sí quisiera ir a algún taller, o pasear por los otros salones, ver si compro algo… ¡Pero hay demasiada gente! Por otro lado, sería bastante relajante regresar al jardín, pero ya estuvimos allí ¿qué más podríamos hacer? ¿Buscar inspiración, tal vez? Creo… Creo que no estoy lista para pasar tanto tiempo en una habitación tan abarrotada…”
—C-creo que preferiría regresar a-al jardín. Di-disculpe si es una… una molestia para Hanamura-san —Le dedicó una breve reverencia.
Se dispuso entonces a caminar a la estancia abierta donde habían estado hacía ya un rato. Cuando llegaron, el viento de invierno se hizo sentir de nuevo, trayendo vibras frías, pero renovantes. Al apenas entrar, Ranko tomó suavemente la manga de la vestimenta del chico para llamar su atención. Su voz, más pausada y queda que nunca antes, salió de entre sus labios como un furtivo hechizo.
—Creo que sí participaré en el certamen secundario.
Era un paso enorme para la chica. Uno que, a pesar de haberlo dicho, no sabría si cumpliría. El hecho de que fuese un concurso anónimo era el escudo casi perfecto para no tener que mostrarse. Respiró profundamente, como si el aire frío inspirara su corazón.
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