3/05/2019, 23:08
—Ella.. alle eneti... nau yojeria... —balbuceaba el músico, de forma cada vez más incomprensible—. me tamará... me tamará...
—Mejor preguntemos a la gente, Akane... cualquiera entiende a éste pobre diablo cuando habla así de nervioso...
El perro ladró a modo de asentimiento, pero Ayame alzó una mano hacia ellos.
—Esperad, por favor. Creo que se está refiriendo a una joyería, deberíamos empezar por ahí. Además, no sabemos más que su nombre, ¡y ni siquiera podemos estar seguros de que lo haya pronunciado bien! Necesitamos su apariencia, una pista, algo... Pero, aparte de eso —añadió, volviéndose hacia el hombre—. ¿Por qué dices que te matará?
Desde luego, la actitud del pobre músico sólo estaba dejando clara una cosa: o bien estaba compinchado con aquella tal Hanamura Ino o bien estaba siendo forzado a colaborar bajo amenaza de muerte.
—Mejor preguntemos a la gente, Akane... cualquiera entiende a éste pobre diablo cuando habla así de nervioso...
El perro ladró a modo de asentimiento, pero Ayame alzó una mano hacia ellos.
—Esperad, por favor. Creo que se está refiriendo a una joyería, deberíamos empezar por ahí. Además, no sabemos más que su nombre, ¡y ni siquiera podemos estar seguros de que lo haya pronunciado bien! Necesitamos su apariencia, una pista, algo... Pero, aparte de eso —añadió, volviéndose hacia el hombre—. ¿Por qué dices que te matará?
Desde luego, la actitud del pobre músico sólo estaba dejando clara una cosa: o bien estaba compinchado con aquella tal Hanamura Ino o bien estaba siendo forzado a colaborar bajo amenaza de muerte.