3/11/2015, 03:47
La realidad es sencilla, Noemi había regresado de aquél viaje para recorrer la mitad del mundo y ya no tenía muchas ganas de terminarlo, posiblemente lo dejaría para más adelante luego de pasar unos días ahí dentro de la aldea.
Por lo que aprovechó que no le habían encomendado ninguna misión para dormir hasta tarde levantándose pasado el mediodía. Luego de terminado el ritual de todas las mañanas, la kunoichi se preparó todas sus cosas para salir a dar una vuelta por la aldea. Recorrió así algunas de las calles del sector residencial y algunas otras del sector residencial.
Como la costumbre lo dictaba, varias personas la reconocían, algunos la saludaban y otros simplemente le dedicaban una que otra mirada furtiva para luego desaparecer entre las multitudes. En pocas palabras, aquél era un día de lo más normal para ella. ~ Podría… Ir a pedir una misión… ~ Pensó la joven kunoichi por unos instantes para luego eliminar la idea de su cabeza.
Ganas era algo que le estaba faltando, por lo que luego de almorzar algo ligero en un puestito de ramen se retiró hacia el bosque que rodeaba a la aldea. ¿Para qué? Para nada en particular, rascarse un rato en alguna rama o simplemente pasear.
Tal cual, la chica cumplió su objetivo, se sentó durante un par de horas en una rama para dedicarle completa atención a su dorada melena con ese cepillo que nunca podía faltar en su portaobjetos. Pero como siempre, llegaba un momento en el que aquello la aburría por lo que terminó tomando algunos shurikens y a arrojarlos contra un tronco caído de las cercanías.
~ Me falta algo… ~ Pensaba la kunoichi una y otra vez luego de arrojar sus shurikens y luego juntarlos para repetir el proceso una y otra vez. ~ Si… Definitivamente me falta algo… ~ Dijo una vez más en su cabeza para luego comenzar a buscar con la mirada por aquella persona a la cual molestaría un rato o que tal vez sea capaz de satisfacer su 'necesidad' de recibir algún halago.
- ¿Dónde carajo hay un hombre...? O una lesbiana… - Susurró para si misma luego de guardarse los shurikens y erguirse para buscar con la mirada alguna silueta en aquel bosque, aunque con un poco de suerte podría llegar a darse el caso de que alguien viniese a ella...
Pero no, ese no fue el caso por lo que la rubia simplemente se regresó a la aldea a buscar a alguna persona en particular que le sirva para alimentar su ego de momento. ~ Quién será… ~ Cantaba en su cabeza mientras recorría las calles de la aldea sin prestar demasiada atención por donde caminaba.
Por lo que aprovechó que no le habían encomendado ninguna misión para dormir hasta tarde levantándose pasado el mediodía. Luego de terminado el ritual de todas las mañanas, la kunoichi se preparó todas sus cosas para salir a dar una vuelta por la aldea. Recorrió así algunas de las calles del sector residencial y algunas otras del sector residencial.
Como la costumbre lo dictaba, varias personas la reconocían, algunos la saludaban y otros simplemente le dedicaban una que otra mirada furtiva para luego desaparecer entre las multitudes. En pocas palabras, aquél era un día de lo más normal para ella. ~ Podría… Ir a pedir una misión… ~ Pensó la joven kunoichi por unos instantes para luego eliminar la idea de su cabeza.
Ganas era algo que le estaba faltando, por lo que luego de almorzar algo ligero en un puestito de ramen se retiró hacia el bosque que rodeaba a la aldea. ¿Para qué? Para nada en particular, rascarse un rato en alguna rama o simplemente pasear.
Tal cual, la chica cumplió su objetivo, se sentó durante un par de horas en una rama para dedicarle completa atención a su dorada melena con ese cepillo que nunca podía faltar en su portaobjetos. Pero como siempre, llegaba un momento en el que aquello la aburría por lo que terminó tomando algunos shurikens y a arrojarlos contra un tronco caído de las cercanías.
~ Me falta algo… ~ Pensaba la kunoichi una y otra vez luego de arrojar sus shurikens y luego juntarlos para repetir el proceso una y otra vez. ~ Si… Definitivamente me falta algo… ~ Dijo una vez más en su cabeza para luego comenzar a buscar con la mirada por aquella persona a la cual molestaría un rato o que tal vez sea capaz de satisfacer su 'necesidad' de recibir algún halago.
- ¿Dónde carajo hay un hombre...? O una lesbiana… - Susurró para si misma luego de guardarse los shurikens y erguirse para buscar con la mirada alguna silueta en aquel bosque, aunque con un poco de suerte podría llegar a darse el caso de que alguien viniese a ella...
Pero no, ese no fue el caso por lo que la rubia simplemente se regresó a la aldea a buscar a alguna persona en particular que le sirva para alimentar su ego de momento. ~ Quién será… ~ Cantaba en su cabeza mientras recorría las calles de la aldea sin prestar demasiada atención por donde caminaba.